
Los cambios en la ley han sido pactados entre el Gobierno del conservador Luis Montenegro y el partido ultraderechista Chega
El Parlamento de Portugal vota este martes los cambios en la Ley de Nacionalidad, que buscan imponer trabas a la obtención del pasaporte portugués. El primer ministro conservador, Luís Montenegro, sostiene que la nueva normativa busca equilibrar la acogida de extranjeros cualificados con el interés de garantizar la seguridad y la cohesión social en el país.
La reforma migratoria, impulsada por Montenegro y respaldada por el partido ultraderechista Chega, introduce modificaciones significativas en el sistema de permisos de residencia. En particular, la nueva ley promueve la entrada de extranjeros con formación para atraer a trabajadores calificados.
Este martes, el Gobierno de Montenegro, y el partido de ultraderecha Chegallegaaron a un entendimiento para aprobar los cambios rn la Ley en la Ley de Nacionalidad para hacer más complicado lograr el pasaporte portugués. El presidente de Chega, André Ventura, dijo en declaraciones a los periodistas en el Parlamento, donde hoy se votarán esas modificaciones, que se trata de «una gran victoria» para su partido, que, agregó, ha conseguido que se incluyan dos de los tres puntos que había propuesto.
El borrador de nueva Ley de Nacionalidad presentado por el Gobierno recibió este viernes luz verde en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento. Con los cambios aprobados, se extienden todos los períodos de residencia legal para quienes buscan la nacionalidad portuguesa y sus hijos nacidos en Portugal. Es decir, hará falta haber vivido más tiempo en el país para lograr la nacionalidad lusa.
Así, se propone que cambien las condiciones para que los nacidos en Portugal, hijos de padres inmigrantes, obtengan la nacionalidad. Solo se les concedería el pasaporte portugués si uno de los padres ha residido legalmente en el país durante al menos 5 años en el momento del nacimiento.
En el caso de los adultos que quieran naturalizarse, el texto recoge que se necesitaría ser residente legal en el país como mínimo durante 7 años en el caso de los ciudadanos europeos o personas de países lusoparlantes. En el caso de personas del resto del mundo se necesitarán 10.
España: antes la sangre que el suelo
- Hay países en los que nacer en su territorio supone adquirir automáticamente la nacionalidad, lo que se conoce como ‘ius soli’, derecho de suelo. En otros, como España, prima el ‘ius sanguinis’, el derecho de sangre: la nacionalidad se hereda de los padres (salvo en determinadas excepciones). En el artículo 17 de nuestro Código Civil se reconocen otras cuatro vías para adquirir la nacionalidad, entre ellas la de residencia. Se obtiene si se ha vivido en España al menos, 10 años (excepto en el caso de las personas procedentes de países concretos o que tengan la condición de refugiado) de forma «legal, continuada e inmediatamente anterior a la petición».

Reagrupación familiar más difícil
Los cambios en la ley portuguesa también incluyen restricciones a la reagrupación familiar de inmigrantes. Aquellos que lleven menos de dos años en Portugal no podrán acceder a este derecho. Se han ampliado las excepciones a este período mínimo.
En la propuesta inicial se contemplaba la exención del plazo de dos años para los migrantes con hijos menores de edad o con parientes altamente cualificados. La versión final que se ha votado incorpora, además, esa posibilidad para quien tenga familiares discapacitados o dependientes.
En todos los casos, lo fundamental es que los inmigrantes deberán cumplir una serie de requisitos, que se supone pueden garantizar su mejor integración en la sociedad portuguesa. Esos requisitos son, por ejemplo, el conocimiento de la lengua portuguesa o el respeto a los valores culturales y legales del país.

Ser lusoparlante ya no basta
La nueva legislación busca fomentar la expedición de visados de trabajo únicamente a personas que se dediquen a «actividades altamente cualificadas». También modifica los requisitos de residencia para los nacionales de países de lengua portuguesa, como los brasileños.
Se acaba con los visados de búsqueda de trabajo, un instrumento al que podían acceder los ciudadanos de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP). A partir de ahora solo se otorgarán a personas «altamente cualificadas». Para acceder a la residencia temporal, el resto tendrá que solicitarla antes de venir a Portugal, cuando hasta ahora podían entrar con un visado de corta duración o tener una entrada legal y pedirla aquí.
El proyecto también busca poner fin al régimen excepcional de concesión de ciudadanía para los judíos sefarditas. Hay 700.000 solicitudes de nacionalidad de este colectivo pendientes de decisión.

España: reagrupación familiar e ingresos mínimos
- La normativa española de extranjería recoge el derecho de las personas extranjeras residentes legalmente en España a reagrupar a sus familiares. Se pide estar en situación regular, no tener antecedentes penales, no tener prohibida la entrada al país, tener cobertura sanitaria, no padecer enfermedades contagiosas graves, no estar afectado por un compromiso de no retorno y contar con ingresos suficientes para cubrir las necesidades de la familia. Esos ingresos mínimos exigidos se calculan tomando como referencia el IPREM (600 euros, en 2025). Así, una persona que quiera traer a un familiar deberá demostrar ingresos por el 150% del IREM, 900 euros. Por cada familiar adicional, la mitad de IPREM más (300 euros).
Migrantes y fuerza laboral
Portugal no consigue un crecimiento económico como el de España, entre otras razones, por la falta de fuerza laboral. La población del país crece y ya tiene unos 10 millones y medio de habitantes, según el censo de 2025, impulsada por un aumento migratorio superior al saldo natural, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Portugal.
El INE estima que, en 2023, entraron en Portugal 189.367 inmigrantes permanentes, un 13,3 % más que en 2022, frente a 33.666 migrantes permanentes que salieron, un 8,8 % más. Además, 41.393 extranjeros adquirieron la nacionalidad portuguesa, un 10,5% menos que en 2022. De estos, 16.985 residían en Portugal, mientras que 24.408 residían en el extranjero.

El país cerró 2024 con más de 1,6 millones de residentes extranjeros, lo que supone cuatro veces más que en 2017, según datos de la Agencia de Integración, Migración y Asilo (AIMA).
Fuente: 20 Minutos







