La escalada de delincuencia ha llevado a un mayor despliegue de sus Fuerzas Armadas, que llevan tiempo como usuarias de armamento y equipos de fabricación española
La coyuntura sociopolítica de gran parte de las islas caribeñas hace que, aquellos que tienen con qué, busquen establecer vínculos estratégicos con terceros países para abastecerse de lo necesario para afrontar las discrepancias de hecho o potenciales con los vecinos de la región. Desde hace un par de años, República Dominicana -que comparte con Haití la segunda isla más grande del caribe, después de Cuba- ha lanzado un plan de reequipamiento de sus Fuerzas Armadas, y por historia, tradición y acuerdos diplomáticos y comerciales cercanos en el tiempo, España es uno de los países a los que ha mirado para la compra de material de defensa.
En abril pasado, el Stockholm International Peace Research Institute (Sipri) publicó un informe sobre gasto militar mundial e indicó que en América Central y el Caribe el gasto en 2023 fue un 54% superior a la de 2014. El documento indica que República Dominicana aumentó su gasto militar un 14% ese año y alcanzó compras por un aproximado de 893 millones de dólares. El uso del Ejército para intentar controlar la violencia de las bandas criminales organizadas ha sido una constante de la zona durante años. En este caso se ha dado a propósito de los problemas de seguridad en la frontera con Haití, sumido en una crisis política, social y económica que ha ido in crescendo desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.
Según informó en su momento Infodefensa, el año pasado, el ahora exministro de Defensa dominicano, teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, mantuvo una serie de encuentros con altos mandos de naciones europeas y empresas del sector para dialogar sobre la posibilidad de adquirir productos y servicios vinculados al sector de Defensa, así como también para facilitar el acceso a programas de renovación de flotas militares en beneficio de las Fuerzas Armadas dominicanas.
El país caribeño encargó a finales de 2022 a Urovesa una veintena vehículos blindados 4×4 Vamtac ST5 y cuatro camiones antimotines para su ejército. Las entregas se completaron en septiembre de 2023. La presencia de los productos de Urovesa en las Fuerzas Armadas dominicanas tienen recorrido desde hace varios años. El Ejército dominicano ya disponía en su inventario de camiones antimotines TT de un modelo anterior del fabricante español.
Aviones entrenadores de segunda mano
Otro ejemplo ha sido la adquisición de los aviones de entrenamiento E-26 Tamiz/Pillán. Cuando la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD) tuvo conocimiento de que el Ejército del Aire y del Espacio español iba a iniciar su reemplazo por los nuevos Pilatus PC-21 se inició una negociación entre ambos gobiernos y siete aeronaves Tamiz arribaron al país caribeño en agosto de este 2024.
El importe acordado entre ambos gobiernos fue de 140.000 euros (153.000 dólares aprox.) por unidad. Para el país centroamericano se trató de una “excelente adquisición” y a un precio competitivo, que además incluyó repuestos que garantizan su operatividad por al menos 10 años de vida útil antes de que necesiten overhaul (revisión mayor) o ser repotenciados.
Fuente: La Razón