
Víctor Elías Aquino
La historia del primer beso es vieja y nueva a la vez, siempre es un carnaval de alegrías, bailes y movimientos y colores que alegran el alma.
Apenas roza de rosas los labios y se eleva la caricia tierna, extensa como las carreteras de los Estados Unidos de América, profundo como el océano Pacífico y la fosa de las Islas Marianas; que llega hasta las nubes más elevadas del sideral espacio.