
Maniacos, hermafroditas, autocastrados, drogadictos, «cagones»…
Dmitri Medvédev acusa a Macron, Starmer, Von der Leyen o Kallas de «rusofobia» y les amenaza con enviarles un «sedante»: los potentes misiles rusos Kalibr, Onyx, Iskander y el potente tranquilizante multicomponente Oreshnik
Desde que Moscú invadió Ucrania en 2022, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y ex presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, se ha convertido en el ariete con el que el Kremlin lanza sus más graves acusaciones contra Occidente. Pero esta vez la mano derecha y alter ego de Vladimir Putin ha superado una línea roja al despacharse con una serie de insultos, descalificaciones y bromas soeces que incluso para los cánones de la provocación rusa son inusuales.
El político ruso subió a su canal de Telegram una diatriba en la que pretendía amenazar a aquellos políticos europeos que, asegura, están aquejados de la «rusofobia», y a los que lanzó una advertencia: «su mejor medicina son los nuevos misiles rusos».
Medvédev aseguró que «un número significativo de políticos europeos ha sucumbido a la rusomanía aguda (también conocida como rusofobia). El tratamiento es sintomático. Los medicamentos tradicionales suelen ser ineficaces. El mejor efecto terapéutico se ha observado con el uso combinado de sedantes potentes como Kalibr, Onyx, Iskander y el potente tranquilizante multicomponente Oreshnik».
«En casos particularmente graves, se deben utilizar neurolépticos nucleares como Yars y Sarmat», escribió el político en su canal de Telegram.
El dirigente ruso afirmó que la rusofobia se deriva de una «exageración afectiva bipolar de la influencia de Rusia en la vida de Europa y los europeos» y alterna entre fases maníacas y depresivas. Y a partir de aquí, según el texto transcrito por la agencia rusa Tass, el discurso subre de tono: «La fase maníaca se caracteriza por agitación motora, agresividad y una tendencia a provocar y atacar a oponentes más fuertes sin evaluar las capacidades reales de uno contra el objetivo del ataque. En ocasiones, culmina en micción y defecación incontroladas. Entre los ejemplos de pacientes en fase maníaca se incluyen el presidente de Francia, Emmanuel] Macron,]] [el primer ministro del Reino Unido, Keir] Starmer, [el presidente de Finlandia, Alexander] Stubb y varios otros políticos europeos«, afirmó Medvedev.
Medvédev añadió que la fase depresiva se caracteriza por tristeza, fatiga emocional y física, trastornos alimentarios, hipocondría y autolesiones. «Un paciente en la fase depresiva de la rusomanía puede autolesionarse, incluyendo la autoesterilización (autocastración). Actualmente, esta fase se observa con mayor frecuencia en mujeres (Ursula von der Leyen, jefa de la Comisión Europea; Kaja Kallas, jefa de la diplomacia europea) o en hermafroditas con adicción a las drogas (Vladimir Zelenski, Mijaíl Saakashvili)».
Fuente: La Razón