Rusia baraja la posibilidad de comprar Alaska. Sergey Mironov, miembro de la Duma Estatal rusa abordó esta cuestión en el Parlamento el pasado 14 de enero después del controvertido comentario del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la posible compra de Groenlandia.
Mironov recordó en su intervención que Rusia vendió Alaska a EEUU por 7,2 millones de dólares y le lanzó una oferta directa: «Hoy esa cantidad equivale a 16.200 millones de dolares. Usted sabe que tenemos 320 mil millones de dolares congelados en nuestros activos. Pues que se queden con 16.200 millones, pero que nos devuelvan Alaska«.
«Si empezamos a dividir, nos uniremos con gran placer. No voy a hablar del Imperio Ruso, qué estados de la Unión Europea formaban parte de él, dejemos eso fuera. Pero hay mucho que recordar a esos señores que realmente piensan que es posible dividirlo todo«, añadió el miembro de la Duma.
Esta cuestión fue debatida también hace unos días en el programa de Viktor Solovyov en el canal Rusia 1. Los participante en la conversación abordaron la propuesta de Trump como una «inspiración» para Rusia, sugiriendo que, si Estados Unidos pudiera expandir su territorio mediante adquisiciones, Moscú podría aumentar sus propios intereses en territorios disputados.
Durante el programa, el presentador bromeó sobre la posibilidad de que Rusia reclamara Groenlandia, y recordó a los televidentes que, históricamente, los rusos son los «herederos de los vikingos».
La idea de que Rusia podría comprar otra vez Alaska no es nueva. A lo largo de los años, varios funcionarios rusos, incluido el presidente de la Duma Estatal, Vyacheslav Volodin, han señalado en ocasiones que Alaska debería ser devuelta a Rusia. Sin embargo, la posibilidad de que estos comentarios se traduzcan en acciones concretas parece, por el momento, más una cuestión de retórica política que una intención real de Moscú de recuperar el territorio.
Renée de Nevers, profesora asociada de la Universidad de Syracuse, señala que las amenazas de Trump para adquirir Groenlandia socavan los principios fundamentales de soberanía y derecho internacional. Además, advierte que, al no descartar la posibilidad de usar la fuerza para lograr su objetivo, Trump podría estar legitimando, aunque indirectamente, los esfuerzos de Putin para expandir su influencia por medios militares.
«Estas declaraciones refuerzan la narrativa de Rusia, que busca demostrar que Estados Unidos no actúa de manera diferente en términos de expansión territorial«, añade.
Historia de Redacción HuffPost