Amenazado de muerte por su labor en favor del ambiente, no ha cedido nunca su postura por la vida de las especies. Ahora merece que la sociedad y el Estado, le apoyen
Servicio de Prensa
El Cajuil, municipio de Oviedo, Pedernales. Esta sección es residencia de un héroe, sin capas, ni logos de una letra creados de Marvel, ni artilugios en un cinturón de maravillosas amenidades tecnológicas. Blanco Turbí, valiente guardaparques que ha dedicado más de 40 años de su vida a proteger y preservar las tortugas marinas que llegan a las playas de Pedernales para depositar sus huevos.
Bienvenido Pérez Turbí, 76 años de edad y el primer guardaparque del Parque Nacional Jaragua y Sierra de Bahoruco, ingresó a esta noble labor ambiental/nacional el 26 de octubre de 1988, hace ya 35 años.
Turbí se encuentra en una situación precaria de salud y económica. Su avanzada edad y las múltiples operaciones a las que se ha sometido, incluyendo cirugías de próstata, vejiga y hernia, han afectado su
capacidad para seguir trabajando. Después de décadas dedicadas a la conservación, merece una pensión digna que le permita disfrutar de su merecido descanso sin preocupaciones económicas.
El ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, quien debe intervenir y brindar el apoyo necesario a Blanco Turbí y reconocer su contribución a preservar la vida marina y el ecosistema local,
otorgándole una pensión digna, sería un acto de justicia y gratitud hacia este defensor incansable de la naturaleza.
La labor de Blanco Turbí va más allá de su responsabilidad como guardaparques y que debía llamar a la conciencia a quienes, desde los palacios de gobierno y las instancias a las que ha servido.
Su compromiso con la naturaleza y su incansable lucha por preservarla lo han llevado a enfrentar numerosos desafíos y peligros.
A lo largo de su vida, ha sido amenazado de muerte en varias ocasiones debido a su defensa inquebrantable de los recursos naturales, pese a lo cual, y a pesar de las adversidades y los obstáculos
que ha enfrentado, Blanco Turbí ha perseverado en su misión.
Su dedicación y valentía son ejemplos inspiradores para todos aquellos que luchan por proteger nuestro medio ambiente. Ha arriesgado su vida en múltiples ocasiones para apagar incendios forestales y ha intervenido para evitar la captura ilegal de flamencos rosados en la zona.
Agradecemos al periodista Juan Carlos Navarro que nos haya hecho conscientes de esta situación humanitaria.