
Los conceptos emitidos en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor
Por Néstor R Ramirez.
Un detractor no es simplemente quien discrepa o crítica. Es quien deforma la verdad, y ataca con el fin de dañar y manipular la opinión del denunciante.
También es aquel, con soberbia y jactancia,se apropia de los logros de otros, atribuyendo méritos que no le corresponden. En el Colegio Dominicano de Periodistas{CDP}, la actitud de detracción se traduce en una maldad recurrente: un sector mayoritario arremetiendo contra la minoría. Presentar conquistas personales o de un pequeño grupo como si fueran logros colectivos de todos los periodistas colegiados es un acto de manipulación.
Decir que los beneficios alcanzados gracias al esfuerzo ajeno son “logros del MMV” es simplemente una mentira. No existe evidencia documental ni informe de auditoría pública que demuestre que la cúpula que ha dirigido el CDP haya aportado recursos propios para la construcción de locales en seccionales del interior ni en la sede central.
Esos recursos son provenientes del Estado y no de lo que genera la ley 10-91,como tiene que ser.
Atribuirse logros ajenos es soberbia,jactancia y, en esencia, detracción.
No podemos seguir legitimando una estructura, que con el tiempo,se ha vuelto más inflexible y arrogante.
La llamada “facción minoritaria” del MMV no se derrota repitiendo las mismas denuncias sobre conductas inapropiadas de sus directivos,porque esas ya son de dominio público.
La oportunidad de un cambio ético y moral era ahora,,,y se desperdició.
En lugar de buscar una candidatura consensuada, los grupos levantaron banderas personales y se encerraron en sus intereses personales.
Ante este escenario,y a pocos días de formalizadas las inscripciones, se perfila un solo ganador: el mismo grupo que ha controlado el CDP durante años.
Por eso propongo la reflexión y la abstención.
Votar en estas condiciones solo servirá para legitimar a quienes ya tienen la victoria asegurada. Los periodistas debemos aprender de nuestra historia,tanto nacional como institucional.
Cada dos años nos venden ilusiones,haciéndonos creer que un pequeño grupo de “renovadores” puede derrotar a los viejos zorros que llevan décadas enquistados en el poder,pero el sistema que ellos mismos han diseñado les da todas las ventajas.
La integración verdadera no se logra bajo siglas ni grupos con intereses propios, sino con un programa común que rescate la imagen y la ética del CDP.
Pretender cambiar sus cimientos con los candidatos que presentan los grupos,es como dejar la misma ropa sucia: sin aseo moral,sin higiene ética sobre el cuerpo del CDP.
Lo que se presenta hoy al electorado del CDP es más de lo mismo.
Me recuerda los primeros años del balaguerismo,cuando quienes apoyaron las diabluras del régimen, al distanciarse por ambiciones personales, se presentaban como “el cambio” y, al final fortalecieron aún más el sistema que decían combatir.
Eso mismo vive hoy el Colegio Dominicano de Periodistas, Y este 29 de agosto del 2025, estoy casi seguro, los disidentes del MMV serán derrotados…y luego volverán al redil del mismo grupo que ha dirigido al CDP de espalda a la mayoría.
Por respeto a mi mismo y por ética moral,no votaré.
Mi voto no contribuirá a legalizar ni a prolongar el control del MMV sobre la dirección del Colegio Dominicano de Periodistas.