Santo Domingo.- Cuando el próximo lunes el reloj marque las 5:10 de la tarde, Raymundo Feliz iniciará un largo viaje hacia Qatar, donde se convertirá en el primer dominicano que arbitrará en un Mundial de Fútbol.
Sorprende que apenas 11 años después de haber aprobado un curso básico de un deporteina que nunca jugó, será juez de línea del más importante de los campeonatos mundiales, algo que la inmensa mayoría de sus colegas no logra en toda una vida.
“Estaremos viajando alrededor de 18 horas para llegar a Qatar y ponernos al tanto de los percances y los detalles que involucran al Mundial. Hay nervios”, declara Feliz, de 32 años, consciente del reto que supone representar a unos 11 millones de dominicanos en la justa que se celebrará desde el 20 de este mes hasta el 18 de diciembre.
Los nervios intentará convertirlos en la chispa, el combustible que le llevarán a dejar bien posicionado al país.
“Es una responsabilidad bastante grande porque estaré representando a un país que nunca ha participado en un evento de tal nivel ”, resalta el joven profesional de seis pies de estatura y 175 libras de peso durante una visita realizada a LISTÍN DIARIO impecablemente vestido con un traje gris de la FIFA.
“Practiqué béisbol, atletismo, baloncesto, softbol, natación y triatlón”, revela Feliz, quien pensaba que sería en una de esas disciplinas que representaría en algún momento a la República Dominicana en los principales escenarios del deporte, como mundiales y Juegos Olímpicos, y no como un ente que impatirá justicia.
Integró varias selecciones de la Universidad Apec, donde a finales de 2011 el director de Deporte de esa academia, Roque García, tras ver sus condiciones físicas, inteligencia y deseos de aprender, le aconsejó que hiciera el curso de arbitraje que impartiría la Federación Dominicana de Fútbol y la FIFA.
“En la época que lo recluté para ser árbitro, él era un muchacho muy inquieto. Ví a un posible candidato. Sabía de sus herramientas por las habilidades que había mostrado”, recuerda García.
“Es una persona muy inteligente. Para ser árbitro de fútbol hay que tener muy buena condición física y esa fue una de las partes que me llevaron a apoyarlo”, declara sobre el proceso en el que tomaron parte dos estudiantes de cada una de 12 universidades, quienes no han tenido la misma suerte (?).
“Me alegra mucho, me satisface, que logrará su sueño y podremos verlo en la cúspide del arbitraje en el mundo. Yo sé que esa era una de sus grandes metas”, subraya el también director de la Comiión Nacional de Deportes Universitario.
Luego de pitar aquí en la Liga Mayor y la LDF, la carrera de Raymundo dio un paso de avance en el Campeonato Sub-15 de la Concacaf, en Bradenton, Florida (2017), donde fue el árbitro principal de la final entre Estados Unidos y México.
“Todo comenzó ahí. Los asesores y administradores pusieron los ojos en mí y me dieron la oportunidad de ir a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla (2018).
Luego siguieron la Copa de Oro, Concacaf Champions, Liga de Naciones y el Mundial sub-20 en Polonia (2019), que fue un sueño hecho realidad”, enfatiza.
Fuente: Listín Diario