
Nadie puede acusar de antisemita al actual Gobierno británico, que ha demostrado ser uno de los mejores amigos de Israel. Pero lo que está sucediendo en Gaza, con el bloqueo de la ayuda humanitaria y la entrada con cuentagotas de camiones con comida y medicinas, ha resultado demasiado para el primer ministro Keir Starmer.
Londres suspendió este martes las negociaciones para un acuerdo comercial con Israel y convocó en el Foreign Office al embajador de ese país para leerle la cartilla por lo que calificó como “intolerable ofensiva en Gaza”. Starmer se declaró “horrorizado” por la escalada”, y su ministro de Exteriores, David Lammy, dijo que “el conflicto ha entrado en una nueva fase oscura”.
El mensaje del Reino Unido, compartido con otros gobiernos como Francia y Canadá, es que Israel ha ido “demasiado lejos” en su respuesta a la brutal matanza de Hamas el 7 de octubre del 2023, en la que fueron asesinadas unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y capturados 251 rehenes.
Fuente LA VANGUARDIA