
Los concetos emitidos en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor
Héctor Miolán.
A pocos días de celebrarse el certamen electoral en República Dominicana las derechas conservadoras y ultraconservadoras se enfrentan, no encarnizadamente, pero sí fuertemente en el afán de ganar votos.
Recientemente el gobierno de Luís Abinader-PRM- reconoció la existencia en la ONU de dos Estados en Medio Oriente: Un Estado Palestino y otro Estado israelí.
Ante eso, las iglesias protestantes mal llamadas evangélicas se han dividido de un lado: Dío Astacio (tránsfuga), quien apoya al PRM en las elecciones de mañana domingo 19 de mayo.
Por otro lado los ultraderechistas religiosos encabezados por Carlos Peña y Ezequiel Molina han estallado en rabia y furia por el reconocimiento del gobierno dominicano a Palestina y ambos llaman a votar en contra del partido de gobierno, por estos creer, que esa votación, es ofender al pueblo de Dios; estos díscolos conscientes quieren manipular al pueblo dominicano bajo esa vulgar mentira.
¿Acaso, me pregunto, en Gaza y toda Palestina no existen comunidades cristianas? Cierto que sí.
¿Por qué estos pastores no se manifiestan en contra del genocidio sionista cometido en contra los gazaties? No lo hacen y de hecho apoyan el genocidio.
Es bueno decir, que las bombas y las armas de la infantería del ejército israelí no distinguen entre musulmanes o cristianos católicos, ortodoxos o protestantes, a la hora de llevar a cabo su genocidio.
Por lo que deben los fariseos pastores dominicanos dejarse de hipocresías.
Si en verdad defienden los valores de la familia y un verdadero cristianismo.
Porque lo cierto es, no defienden una religiosidad popular o una teología de la liberación, sino la alianza sionista- protestante.
Mentirosos, en la práctica defienden los crímenes sionistas contra miles de niños, mujeres y ancianos por toda Palestina.
Estos ultraconservadores son unos oportunistas y vividores de la creencias y se aprovechan del miedo que se le infunde a nuestro pueblo para sacar capital político de estas elecciones y cualquier otra coyuntura.
Se repite la historia: Laútico García contra Bosch el 17 de diciembre del año 1962, tres días antes de las elecciones.
Ahora bien con esta postura política, no es que estoy a favor del PRM ( jamás), y su gobierno neoliberal y entreguista; por el contrario veo esto como una simple diferencia coyuntural, la cual pasado unos días de las elecciones, las derechas dominicanas organizarán de nuevo sus estructuras de poder y echarán una vez más a correr su tren político, para seguir dirigiendo y repartiéndose el poder.
Favorito, o, no (Luis Abinader-PRM-), seguirá el cambio, pero de reversa como siempre, bajo el axioma de que todo cambie para que todo siga igual.
Como revolucionario y sobre todo como marxista, debo de reconocer nuestras debilidades como izquierda y revolucionario, en el sentido de que no pudimos articular una fuerza para participar en las elecciones del próximo domingo 19 de mayo. Me refiero, a que fuerzas como el Frente Amplio (F.A.), Patria para todos y todas, (P.T.T.), no se unieran en un solo programa, sin importar la cantidad de votos que se obtuvieran en la contienda; pero ésta como una experiencia más en lo político-electoral, nos debe llevar a una autocrítica profunda e histórica, en cuanto a la participación electoral de la izquierda dominicana.







