Hora de la siesta. Te arropas con tu manta favorita. Enciendes la televisión para ver tu serie preferida. Bajas la persiana para que no entre la luz. Y te tumbas, por fin, después de una larga jornada de trabajo. Pasados diez minutos, comienza a sonar tu teléfono, te levantas de mal humor, lo coges y no responde nadie.
A todos nos ha pasado. Sí, a ti, lector, también, desgraciadamente. Este fenómeno, más conocido como ‘robollamadas’, es un tipo de ‘spam’ telefónico que, a pesar de no resultar peligroso en términos de seguridad financiera o personal, sí puede ser una gran molestia.
Procedimiento
A menudo, cuando contestas una de estas llamadas, te encuentras con un silencio incómodo y breve antes de que la llamada se corte. Y por mucho que entones alguna frase como “¿hay alguien ahí?” o ¿”quieres algo”? no hay nadie al ‘otro lado del teléfono’.
Este proceso es ejecutado por bots que automatizan la tarea de marcar números. La razón por la que cuelgan rápidamente es porque estos sistemas están diseñados para verificar la disponibilidad de los números y, en caso de encontrar una línea desocupada, conectar la llamada con un operador humano.
El objetivo principal
No obstante, si en ese momento no hay operadores disponibles, la llamada se corta automáticamente. ¿Y exactamente esto para qué sirve? Pues bien, está claro: permite a las empresas de telemarketing optimizar el tiempo de sus agentes, asegurándose de que solo se involucren cuando haya alguien al otro lado de la línea.
Otra finalidad de estas llamadas puede ser simplemente comprobar si un número está activo y si alguien lo responde. Esto es muy útil para las entidades que desean actualizar sus listas de contactos y afianzarse de que están dirigiendo sus esfuerzos de marketing a números válidos.
Consejos
En la actualidad, una variante más preocupante de este fenómeno ha aterrizado en nuestro país. Hablamos del fraude del “sí”, donde el objetivo es hacer que la persona diga la afirmación para grabar su voz y usarla para suplantar su identidad en actividades fraudulentas del futuro.
Por ello, en caso de recibir una llamada sospechosa de un número desconocido, lo mejor es desconfiar y colgar el teléfono. Eso sí, si se contesta, es mejor decir un “buenos días” o un “hola” y en ningún caso facilitar datos personales ni bancarios.
También es recomendable vigilar los movimientos de las cuentas bancarias para verificar que no haya nada inusual y buscar en Internet el número de teléfono que nos ha llamado para ver si se trata de una llamada sospechosa de ser fraudulenta.
Fuente AS