
Comete una masacre contra civiles en Ucrania
Las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos para acabar con la guerra en Ucrania «marchan bien», pero quizás no tan bien y no tan rápido como ha asegurado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este domingo el Kremlin ha matizado las palabras que el líder estadounidense pronunció un día antes, reconociendo que las negociaciones con Washington avanzan positivamente, pero contradiciendo cualquier esperanza de que el conflicto se vaya a resolver en un corto periodo de tiempo. Las relaciones entre Rusia y Ucrania que Trump aseguró que «están yendo bien» chocan con las continuas violación de la tregua sobre instalaciones energéticas por parte de Kiev y Moscú y con el aumento de los ataques rusos sobre territorio ucraniano. El último este mismo domingo en el centro de la ciudad de Sumi, al noreste de Ucrania, donde han muerto más de 30 personas, incluidos dos menores.
El portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, ha reconocido que las conversaciones con Estados Unidos «marchan bien», pero que «no hay que esperar resultados inmediatos». Los problemas eran demasiado complejos y se descuidaron durante mucho tiempo», dijo Peskov, que aseveró que «reactivar las relaciones prácticamente desde cero es un asunto muy difícil». «Este camino consiste en pequeños pasos para recrear un clima de al menos un mínimo de confianza mutua y (luego) fortalecer esta confianza», explicó Peskov, antes de agregar que el «intercambio activo y casi regular de visitas de representantes» de Rusia y EEUU allana el camino a una futura reunión entre Trump y Putin.
El emisario del presidente estadounidense, Steve Witkoff, mantuvo el viernes conversaciones de más de cuatro horas de duración con el presidente ruso en San Petersburgo. «Los presidentes reciben los mensajes transmitidos de esta manera y tienen la oportunidad de evaluar la situación y el enfoque real de las negociaciones», dijó Peskov. El encuentro, el tercero en dos meses, se celebró a puerta cerrada sin que sus detalles trascendieran en la prensa.

Las imágenes de la matanza de Rusia contra la ciudad ucraniana de Sumi
La Casa Blanca había expresado su frustración por la falta de avances en las negociaciones para poner fin a los combates, aunque Trump afirmó que «la relación entre Ucrania y Rusia puede estar yendo bien». «Lo van descubrir muy pronto. Llega un punto en el que hay que aguantar o callarse. Ya veremos qué pasa, pero creo que va bien», señaló en sus clásicas ruedas de prensa a bordo del Air Force One, el avión presidencial. Lo cierto es que ambos países se acusan constantemente de violar el alto el fuego de instalaciones energéticas que está en marcha. Una tregua cuya aplicación ha generado muchas dudas, ya que la lista de instalaciones que no se pueden bombardear es diferente para ambas partes. Además, Kiev ha pedido que se amplié el alto el fuego al mar Negro.
Precisamente para abordar la situación de esta zona del conflicto se reunirán representantes de Ucrania y de Rusia los próximos 15 y 16 de abril en Ankara, la capital de Turquía. Según los medios turcos citando fuentes del Ministerio de Defensa del país, la reunión tendrá lugar en el cuartel general de la Armada turca y en ella participarán también representantes de otros países, sin dar más detalles. Esta reunión tendrá una importante relevancia, ya que a lo largo de estos más de tres años de guerra apenas se han sentado juntos en una mesa de negociación. Turquía, junto con Naciones Unidas, ya medió entre los dos países para cerrar en verano de 2022 un acuerdo que creó un corredor a través del mar Negro que permitió llevar a los mercados internacionales millones de toneladas de cereal y otros productos agrícolas de Ucrania.
La masacre rusa de Sumi aleja una tregua
Los interrogantes alrededor de si la mediación de Estados Unidos está acercando o no posturas entre Kiev y Moscú se agrandan cuando se ve el aumento de ataques rusos sobre Ucrania. Este domingo el centro de Sumi ha sido un ejemplo de ello. Según la versión oficial de Rusia y de sus medios afines, el objetivo era una concentración de militares ucranianos y mercenarios extranjeros, sin embargo, las imágenes de decenas de civiles muertos la desmiente. El número de muertos por el bombardeo ruso con misiles balísticos contra los edificios de la universidad y la propia calle asciende hasta los 34, entre ellos dos menores. Además, según el servicio Estatal de Emergencias, también se han producido 117 heridos, incluidos 11 niños.
El ministro ucraniano de Interior, Igor Klomenko, ha alertado que el número de víctimas aún puede aumentar y ha afirmado que el ataque se dirigió «claramente contra el centro de la ciudad» en un día como el Domingo de Ramos, en el que «mucha gente sale a la calle». «Fue en ese momento cuando los rusos atacaron, conscientes de que estaban atacando a civiles», señaló el ministro en declaraciones a RBC-Ucrania.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha pedido a través de redes sociales que el mundo «no permanezca en silencio» ni sean «indiferente». «Los ataques rusos sólo merecen condena. Es necesario presionar a Rusia para que ponga fin a la guerra y garantice la seguridad de la población. Sin una presión realmente fuerte, sin el apoyo adecuado a Ucrania, Rusia seguirá prolongando esta guerra«, subrayó. El mandatario recordó que han pasado dos meses desde que Putin ignoró la propuesta de Estados Unidos para un alto el fuego completo e incondicional. «Rusia quiere exactamente este tipo de terror y está alargando esta guerra», señaló el líder ucraniano, que agregó que «las conversaciones nunca han detenido los misiles balísticos y las bombas».

La región de Sumi hace frontera con la provincia rusa de Kursk, el lugar que invadieron las tropas ucranianas en agosto de 2024 para «demostrar», según Zelenski, que Moscú no puede defender a sus ciudadanos y obligar al Ejército ruso a enviar soldados a esa zona. No obstante, la contraofensiva rusa les ha terminado por echar de la región y ya solo queda un pequeño terreno sin apenas población en el que todavía hay soldados ucranianos. En este contexto, Rusia ha lanzado una ofensiva de primavera contra las regiones de Sumi y la vecina Járkov, según declaró el pasado 9 de abril el comandante en jefe ucraniano, Oleksandr Sirski.
EEUU y Europa condena el «cruel» bombardeo
Las reacciones de condena contra Rusia han sido unánimes. El enviado especial de la Presidencia estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, ha denunciado que «rebasa todos los límites de la decencia». «Hay decenas de civiles muertos y heridos. Como antiguo mando militar sé de objetivos y esto está mal. Por eso el presidente Trump está trabajando duro para poner fin a esta guerra», ha dicho en redes sociales.
Desde Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha condenado el ataque y lo ha calificado de «cruel». «Esta mañana, la crueldad rusa ha atacado nuevamente, matando a hombres, mujeres y niños en la ciudad de Sumi. Un ataque bárbaro, que se volvió aún más vil cuando la gente se reunió pacíficamente para celebrar», ha afirmado la dirigente europea. «Esta última escalada es un sombrío recordatorio» de que «Rusia fue y sigue siendo el agresor, en flagrante violación del derecho internacional», ha añadido.
Un mensaje parecido ha publicado la jefa diplomática de la UE, Kaja Kallas, que ha lamentado las «escenas desgarradoras». Para Kallas, lo ocurrido en Sumi es «un ejemplo horrible de cómo Rusia intensifica sus ataques mientras Ucrania ha aceptado un alto el fuego incondicional». «Mis condolencias están con el pueblo ucraniano», ha concluido.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha alegado que el ataque es la prueba «evidente» de que «solo Rusia quiere continuar» con la guerra y ha descrito el bombardeo como «un flagrante desprecio por las vidas humanas, el derecho internacional y los esfuerzos diplomáticos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump». También se ha mostrado «consternado» el primer ministro británico, Keir Starmer, que ha pedido a Putin «aceptar un alto el fuego total e inmediato sin condiciones».
En España, el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha calificado de «cruel» lo ocurrido este domingo y ha garantizado que España y la Unión Europea no dejarán de apoyar a Ucrania hasta que alcance una «paz justa y duradera». «Putin ha vuelto a matar civiles inocentes. Esta vez, en la ciudad de Sumi. Su crueldad nos indigna. Nos entristece. Pero también nos une. España y la Unión Europea no dejarán de apoyar a Ucrania hasta que obtenga la paz justa y duradera que tanto merece», ha sentenciado.
fuente: 20 Minutos