
Fiesta de la Cosecha en el interior de SP celebró alianza que permite plantar sin fertilizantes ni pesticidas
Una fiesta en Buri, interior de São Paulo, marcó la experiencia de utilización de semillas de soja no transgénica en asentamientos de reforma agraria ubicados en las regiones Sur y Sudeste del país. Iniciado hace tres años, el proyecto involucra la variedad BRS 284, desarrollada por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).
La celebración se realizó en el campus Lagoa do Sino de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), ubicada en Buri, donde se ‘sembró’ la iniciativa en 2021. En la ocasión, representantes de la Cooperativa da Terra visitaron la institución educativa con el propósito de establecer vínculos para la autonomía campesina y la disponibilidad de alimentos saludables .
“La semilla es la base fundamental de la agricultura. Si el productor no tiene la semilla, no tiene control sobre lo que va a producir. Además, hemos discutido con la universidad la difusión del uso de insumos biológicos”, destaca Adalberto de Oliveira, presidente de Cooperativa da Terra, que también destaca la implementación de políticas públicas, formando un trípode entre la agricultura familiar y las instituciones educativas.
De la actividad participaron João Pedro Stédile, de la coordinación nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST); Paulo Teixeira , ministro del MDA; Ana Beatriz de Oliveira, decana de la UFSCar; y Silvia Massruhá, presidenta de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).

Resultados
En la primera cosecha del proyecto se sembraron 29 hectáreas y se cosecharon 1400 sacos de soja no transgénica.
El uso de semillas no transgénicas permite prescindir de una serie de insumos que forman parte de ‘paquetes’ transgénicos, como fertilizantes y pesticidas. Así, las familias campesinas ganan autonomía para desarrollar un agroecosistema más sostenible en los aspectos sociales, culturales, económicos y ambientales.
“Es un paso fundamental hacia la transición del modelo productivo [agrícola]. Tener control sobre las semillas significa tener la condición ‘número uno’ de dar autonomía a los agricultores, planificar la producción y no ser rehenes del ‘paquete venenoso’ ofrecido por las empresas del agronegocio”, destaca Adalberto de Oliveira, que también forma parte de la junta Estado del MST en São Paulo.
Según la organización del proyecto, la experiencia con la semilla BRS 284 en asentamientos de reforma agraria reveló una variedad con buena respuesta a los insumos biológicos y mayor resistencia al clima y bioma de los territorios. Por el contrario, el uso de especies transgénicas condiciona el ‘círculo vicioso’ de pagar por insumos que pueden contaminar el medio ambiente, generar dependencia financiera y producir alimentos menos confiables para el consumo humano o animal.
El director del Campus Lagoa do Sino de la UFSCar, Alberto Luciano Carmassi, destaca que la relación establecida con el Movimiento en los últimos tres años permitió a la universidad mayor contacto con la realidad de los asentamientos y de las familias que producen en esas zonas. “Esta asociación con las cooperativas nos ayudó a comprender un poco más esta forma de organización. Este proceso ha sido muy interesante para concientizar y entender lo importantes que son las cooperativas, no sólo desde el punto de vista de los socios, sino lo importantes que son para brindar alimentos saludables, como por ejemplo las comidas escolares. Entonces es una asociación que se ha ido fortaleciendo en la producción de semillas y de esta producción de semillas ahora queremos expandirla también al manejo. Entregamos la semilla, realizamos capacitaciones, aprendizajes conjuntos en los asentamientos sobre el manejo con insumos biológicos para desarrollar estos cultivos, principalmente soja y frijol”, explica Carmassi.
La soja es uno de los principales commodities del mercado brasileño y está bajo el control de grandes empresas transnacionales. Importante fuente de proteínas, el grano no transgénico apunta hacia la transición agroecológica y el cambio de la matriz productiva, menos depredadora, más sostenible, en línea con la preservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
La producción de semillas de soja no transgénica es la más consolidada hasta ahora en la alianza, pero ya hay experimentos con variedades de frijol. El experimento también espera avanzar hacia el maíz y el sorgo no transgénicos. Además de la Cooperativa da Terra, la alianza incluye la Red de Semillas Agroecológicas Bionatur.
“Esta iniciativa en la producción de semillas de soja no transgénica, simbólicamente, es muy importante, para afrontar el modelo de agronegocio y también porque pone más semillas a disposición de nuestras cooperativas y de nuestra gente”, destacó Alcemar Adílio, presidente de Bionatur, que se dedica a producir semillas para la transición agroecológica desde hace más de 25 años.
Asociaciones
La Fiesta de la Cosecha también marcó la reanudación del Programa Mais Gestão, una iniciativa del Gobierno Federal para fortalecer la agricultura familiar. En la ocasión, se oficializó la alianza entre la UFSCar y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar (MDA).
El objetivo de la acción es apoyar y capacitar la gestión de empresas de agricultura familiar a través de actividades de Asistencia Técnica y Extensión Rural (Ater). En concreto, se desarrollarán apoyos a las cooperativas para optimizar la comercialización de los alimentos producidos. Mais Gestão actúa directamente en el apoyo técnico a la participación colectiva en el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) y en el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA).
Además, la ocasión también confirmó las intenciones entre la UFSCar, el MDA y la Embrapa de crear el Polo de Innovación y Transferencia de Tecnología Sostenible para la Agricultura Familiar, orientado al desarrollo de tecnología para el sector.
Fuente Brasil de Fato