Justicia arqueológica internacional
Han vuelto a casa. Suiza devolvió a Bolivia tres momias precolombinas de origen aimara, de varios cientos de años de antigüedad, reconociendo que habían sido adquiridas sin el consentimiento de sus propietarios tradicionales. Las tres momias fueron restituidas oficialmente a la ministra boliviana de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, Sabina Orellana, durante una ceremonia en el Museo Etnográfico de Ginebra (MEG).
El acto se produjo en el marco de un creciente movimiento de instituciones occidentales que devuelven objetos saqueados u obtenidos en circunstancias dudosas, en siglos pasados. «Lo que buscamos, más allá de la restitución, es una reparación ética», indicó a los asistentes la directora del museo, Carine Ayélé Durand.
En posición agachada, los tres cuerpos momificados, correspondientes a dos adultos y un niño, y sus sudarios de fibra vegetal trenzada habían sido colocados delicadamente dentro de cajas de madera con un sello diplomático. Las momias no se expusieron durante la ceremonia por razones «éticas», según las autoridades que gestionan el MEG.
La ministra boliviana aclaró que las momias formaban parte de las culturas pacajes de origen aimara que se establecieron en la zona del altiplano, cerca del lago Titicaca, entre el año 1100 y el 1400. Fueron enviadas desde La Paz a la Sociedad Geográfica de Ginebra en 1893, por el ingeniero suizo Gustave Ferrière, entonces cónsul alemán en la ciudad. Según han reconocido en el MEG, el traslado se realizó sin el consentimiento de los propietarios tradicionales ni autorización formal.
Fuente Euronews