
La operación en la zona sur movilizó a unidades especiales para registrar tres viviendas donde se incautaron drogas, más de 45.000 euros y un arsenal de armas
Con chalecos antibalas y armamento largo, agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) entraban este miércoles en tres viviendas de la zona sur de Ávila en una operación contra el tráfico de drogas y la tenencia ilícita de armas. A su lado, la Unidad de Intervención Policial (UIP) aseguraba los accesos con un despliegue que no tiene precedentes en intervenciones similares en la ciudad. La Policía Local daba apoyo para controlar el perímetro y los cortes de las calles. La dimensión del operativo daba cuenta de la gravedad del caso y la peligrosidad potencial que entrañaban los objetivos. Así amaneció este miércoles Ávila en un barrio ampliamente reconocido por su marcada identidad social y cultural.
En concreto, la zona cortada al tráfico comprendió un tramo de la avenida de la Juventud, prácticamente desde el Teatro Santo Tomás y hasta el Colegio Arturo Duperier, y parte también de la avenida Juan Pablo II, en este caso hasta la unión de ésta con la avenida de la Juventud. Además, también se acordonó, y por tanto cortado también el paso para viandantes, la manzana de viviendas situada entre la confluencia de la avenida de la Juventud y el inicio de la avenida Juan Pablo II.
La autoridad judicial decretó, tras la operación, el secreto de las actuaciones, lo que impidió durante toda la jornada ofrecer detalles oficiales sobre el motivo y el alcance del dispositivo. No fue hasta última hora del día, ya levantado el secreto de sumario, cuando la Policía Nacional confirmó que la intervención estaba relacionada con una operación contra el tráfico de drogas y la tenencia ilícita de armas. Según informó la Comisaría Provincial, los agentes de la Brigada de Policía Judicial (UDYCO) detuvieron a tres personas en la zona sur de la ciudad tras practicar registros simultáneos en tres domicilios.
En los mismos se incautaron diversas cantidades de droga —entre ellas unos 60 gramos de cocaína en roca y en dosis, y hachís—, más de 45.000 euros en efectivo y un importante arsenal compuesto por pistolas, revólveres, escopetas, subfusiles, carabinas, armas de gas y blancas, así como cargadores de alta capacidad y munición. También se localizaron balanzas de precisión, teléfonos móviles y útiles para la manipulación de estupefacientes. La Policía subrayó el «potencial lesivo» del armamento intervenido, que incluía culatas recortadas, cargadores múltiples y elementos modificados para aumentar su peligrosidad.

La tenencia de este volumen de armas ha encendido las alertas de la Policía Nacional, que advierte del riesgo que supone la combinación de armamento y drogas. Estos grupos, señalan, emplean las armas como sistema de protección de su actividad delictiva.
La ausencia de información oficial durante la jornada mantuvo la incertidumbre durante toda la mañana y la tarde, incluso entre los propios vecinos.
Los tres detenidos serán puestos a disposición judicial como presuntos autores de delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas y explosivos.
El despliegue policial en esta zona de la ciudad despertó, como es lógico, expectación entre los viandantes que durante la mañana pasaban por el lugar, incluso «miedo» entre algunas personas que prefirieron cambiar su trayectoria al ver tantos efectivos desplegados y zonas acordonadas. Menos sorpresa causó el operativo entre los vecinos. «Están siempre igual» o «nos tienen a todo el barrio acojonado; cuando no es por pitos es por flautas», comentaban dos residentes al hablar de lo que estaba ocurriendo en un barrio donde no es la primera vez que actúa la policía. De hecho, en ese mismo entorno, durante la madrugada del 12 de julio, varios vecinos denunciaron un tiroteo con decenas de detonaciones que no pudo esclarecerse al no hallarse «vestigios» del suceso. Aunque no hay confirmación oficial, una de las armas incautadas este miércoles podría estar relacionada con aquellos disparos.
Fuente DIARIO DE ÁVILA