
La masacre de los gazatíes por Israel ha relegado a un segundo plano la guerra de Rusia en Ucrania, de la que se habla cada vez menos.
Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, miles de ucranios han muerto mientras otros miles han tenido que huir de su propio país, aprender nuevos idiomas en tiempo récord y acomodarse —los más jóvenes— en familias desconocidas, dejando atrás sus vidas y unas ciudades destruidas por las bombas rusas.
Cada día Rusia avanza más; incluso ha enviado drones a Polonia y Dinamarca.
Nos hemos levantado contra el genocidio en Gaza. ¿Por qué no somos capaces de defender con la misma fuerza a los ucranios? Su dolor es inimaginable. No podemos olvidarlos.
Fuente EL PAÍS







