
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha dicho que la Casa Blanca “abandonará” su esfuerzo de paz si Ucrania y Rusia no aceptan su propuesta para poner fin al conflicto. El problema es que el plan americano incluye una serie de demandas del Kremlin en las que Kyiv no está dispuesto a ceder: la “congelación” de las líneas territoriales formadas en tres años de guerra, el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia y la prohibición de que Ucrania se una a la alianza militar transatlántica de la OTAN, aunque no a la Unión Euroopea.
“Hemos presentado una propuesta muy clara tanto a los rusos como a los ucranianos, y ha llegado el momento de que digan que sí o de que Estados Unidos abandone este proceso”, ha señalado Vance este miércoles, en declaraciones a la prensa durante su viaje oficial a India. “La única forma real de detener la matanza es que ambos ejércitos depongan las armas, congelen este conflicto y se dediquen de una vez a construir una Rusia mejor y una Ucrania mejor”.
Según la “propuesta final” de EEUU, Ucrania debe ceder Crimea y gran parte de los territorios ocupados por Rusia
Es la primera vez que un alto cargo estadounidense plantea unas condiciones tan favorables a Rusia para un hipotético acuerdo de paz, lo que se interpreta como una estrategia de presión para Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano, que está sufriendo con esta Administración un trato denigrante y chantajista, a las antípodas de la alianza que le ofreció el predecesor de Donald Trump, Joe Biden.
Según este plan de paz, un documento que se considera una “propuesta final”, Ucrania perdería gran parte del 18,7% del territorio ocupado por Rusia, que exige la anexión de cuatro regiones ucranianas, además de Crimea, como condición para un acuerdo. Kyiv no obtendría a cambio sus deseadas “garantías de seguridad” por parte de Washington, aunque sí se permitiría la presencia de tropas europeas de paz para proteger al país de una posible ruptura del acuerdo por parte de Moscú. La única “garantía” que ofrecería Washington sería el acuerdo de explotación de los recursos minerales ucranianos, en especial las tierras raras, pues el interés estadounidense en Ucrania serviría para disuadir a Rusia.
El Kremlin ha celebrado la propuesta de Vance. Su portavoz, Dmitri Peskov, ha dicho este miércoles que “Estados Unidos continúa con sus esfuerzos de mediación, y sin duda acogemos con satisfacción esos esfuerzos. Nuestras interacciones continúan, pero hay muchos matices en torno al acuerdo de paz que deben discutirse”.
En cambio, Zelenski no quiere oír hablar de este tipo de concesiones: “No hay nada que hablar”, ha afirmado en una rueda de prensa. La ocupación de Crimea “viola nuestra Constitución. Este es nuestro territorio, el territorio del pueblo de Ucrania”. La ministra de Economía ucraniana, Yulia Svyrydenko, ha prometido que su país “nunca reconocerá la ocupación de Crimea” en el 2014, pues “Ucrania está dispuesta a negociar, pero no a rendirse. No habrá ningún acuerdo que otorgue a Rusia las bases más sólidas que necesita para reorganizarse y volver con mayor violencia”.
Fuente LA VANGUARDIA