
Recuerdo cuando ingresé a la UASD en el año 1970 como mensajero en la Secretaria General conocí a Domingo que era mensajero del Decanato de la Facultad de Medicina. Era un hombre muy humilde y era evangélico. Nos hicimos muy amigos.
En el año 1978 cuando ganó el PRD, Domingo renunció de la UASD pues logró conseguir un mejor empleo en el Seguro Social.
Anoche falleció Domingo y quería recordar a los empleados de la UASD de mi generación que también conocieron a este gran ser humano que hoy lo están velando en la funeraria Blandino-Lincoln.
Paz a los restos de Domingo Peña Gómez y solidaridad con sus familiares.
Relato de Fabio Ruiz Rosado