Un tribunal paquistaní condenó al ex primer ministro Imran Khan y a un parlamentario de su partido a 10 años de prisión cada uno, tras declararlos culpables de revelar secretos oficiales. Ambos aún pueden apelar la decisión.
Khan, que fue destituido en abril de 2022 tras un voto de censura del Parlamento, ya estaba cumpliendo una condena de tres años de prisión por otro caso de corrupción y, en estos momentos, tiene más de 150 casos pendientes en su contra.
Pakistán ha sido testigo de manifestaciones violentas desde el arresto de Khan el año pasado y las autoridades han reprimido a los partidarios del ex primer ministro y a su partido desde entonces.
Al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas tras la explosión de una bomba durante un mitin del partido de Khan, el Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), en la provincia de Baluchistán, según anunció en la red social X (antes Twitter), el secretario general provincial del PTI, Salar Khan Kakar.
Una conspiración
La decisión del tribunal se anunció pocos días antes de las elecciones parlamentarias del país previstas para el 8 de febrero. A Khan ya se le había prohibido postularse debido a la condena anterior.
La ex estrella del cricket, que se convirtió en político, asegura que los casos judiciales en su contra son una conspiración para mantenerlo fuera de las elecciones. Khan sigue siendo una fuerza política potente debido a sus seguidores de base y su retórica antisistema.
Un momento delicado
Las elecciones del próximo 8 de febrero se producen en un momento crucial para Pakistán, que se encuentra en medio de una crisis económica que el sucesor de Khan, Shehbaz Sharif, tuvo dificultades para gestionar.
Sharif sólo pudo obtener un rescate del Fondo Monetario Internacional aceptando un aumento sustancial de las tarifas del gas y la electricidad que provocó aumentos alarmantes de los precios de los productos cotidianos y bajó drásticamente su popularidad.
Fuente Euronews