Por Miguel SOLANO
(Los conceptos emitidos en este artículo, son de la responsabilidad del autor)
El País fue arropado por esa ola llamada Omar: pasó la prueba del seductor y con Santa y Divina Luz se convirtió en el Senador del Distrito Nacional, la plaza legislativa más codiciada del mercado electoral.
Y derrotó a todo el poder palaciego, al poder del partido, a todas las Vocinas y a todos los Bufones y, sobre todo, a la popinarcocracia, que llegó tan lejos en su desesperación que tres días antes de las elecciones consiguió la renuncia de Elías Serrulle, un dirigente con mucho prestigio y que controlaba, totalmente,la circunscripción 3.
Cuando salió la noticia de aquella asquerosa movida Palacio festejó diciendo que «a la serpiente se le había cortado la cabeza». Pero todo fracasó, ¿por qué?
En mi libro La Generación sin conflictos, página 17, bajo el título de «A don Juan Bosch: El último interrogatorio», publiqué la narrativa de que en la página 119, del 27 al 35 de Éxodo aparece la historia de cuando Jehová llamó a Moisés para que escribiera las palabras del pacto.
Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía. A esa Luz que resplandece en el rostro del elegido se le conoce como carisma. Quien la posee está protegido, todo ataque en su contra fracasará y esa Luz, esa coraza protectora dura hasta que el protegido se mantiene fiel a la fuerza moral que lo sostiene.
Ya Omar Fernández quedó como el único candidato presidencial que tendrá la oposición en el 2028. Las organizaciones ahora están obligadas a serles fiel a las demandas del mercado electoral. La consigna de que «Yo soy fiel al partido» está muerta, la fidelidad ahora es «a la demanda del mercado electoral». Y la divina suerte le ha dado a Leonel Fernández la santidad de ser Padre y Gran Guía, no más candidato porque ya su mercado electoral murió. Ahora va a vivir la etapa más importante y hermosa de su vida:¡ Padre y Gran Guía!
Pero la Fuerza del Pueblo necesita un nuevo aparato administrativo. Necesita un Secretario General con altos conocimientos, con carácter lleno de credibilidad, con juventud de rostro y corazón y que al pensar en lo nuestro deje al gobierno sin capacidad para dormir. Y con la capacidad para entender quién administra la organización y quién, como candidato, la representa.
El mercado electoral es un asesino implacable. El PLD está muerto porque ya no hay mercado electoral que lo levante, que lo sustente, que lo alimente. Y todo aquel que invierta su dinero y su tiempo en esa vieja estructura no tiene la más mínima idea de cómo funciona la ley costo/beneficio.
Es tan absurdo intentar revivir a ese Lázaro que corrió el rumor de que «unos 600 miembros del Comité Central firmaron un documento para pedir que Danilo Medina siga al frente del PLD». Claro, que hay que ser muy pendejo para no entender que ese movimiento cuenta con el beneplácito de Palacio, que quiere mantener a Lázaro vivo. Y ese es el tipo de movimiento táctico que la Secretaria General de la Fuerza del Pueblo tiene que observar y denunciar.
El PRM va a invertir mucho en mantener vivo al PLD. Ya propuse convertir a la Casa Nacional del PLD en un museo, donde se le muestre al mundo cómo nació, se desarrolló y murió.
La Fuerza del Pueblo tiene que consolidar la candidatura de Omar para impedir un falso despertar del PLD, cuyo único beneficiario sería el PRM y Luis Abinader, a quien tendremos que enfrentar, pulgadas por pulgadas para impedir una perversa modificación constitucional.