El atentado se atribuye a los servicios secretos ucranianos (SBU). «Era un objetivo legítimo, un criminal de guerra»
El general ruso Igor Kirilov, jefe de la división de armas químicas del Ejército ruso, murió este martes en una explosión en Moscú, atribuida al Servicio de Seguridad de Ucrania, siendo el militar de mayor rango asesinado en Rusia desde el inicio de la invasión militar hace casi tres años. La explosión se produjo cuando Kirilov salía de su residencia en la capital rusa junto con su ayudante Ilya Polikarpov a primera hora de la mañana.
Un vídeo, aparentemente captado por una cámara de salpicadero en un coche aparcado cerca, muestra la explosión que se produjo segundos después de que dos hombres salieran del edificio de viviendas. Es probable que ambos murieran en el lugar, antes de que llegaran las ambulancias, ya que en las imágenes los dos cuerpos yacen en el pavimento
El Comité de Investigación de Rusia aseguró que «un artefacto explosivo colocado en un patinete estacionado cerca de la entrada de inmueble residencial fue activado el 17 de diciembre en la madrugada», cuando los dos hombres salían del edificio en una zona residencial del sudeste de Moscú. Los investigadores sospechan que el paquete bomba se activó mediante una señal de radio o una llamada por teléfono móvil.
La entrada del edificio quedó gravemente dañada y las ventanas de varios apartamentos se rompieron, según imágenes publicadas por medios rusos.
«Se ha abierto una investigación criminal por asesinato de dos militares en Moscú», anunció el Comité de Investigación.
Fuente: La Razón