
Por Miguel SOLANO
Controlado emocionalmente por la Banda Castillo y sus socios, incluyendo a «El conceptualizador», el gobierno de Luis Abinader quiso confundir la noche con el día y no fue capaz de ver la vida desde arriba. No encontró a nadie que le pudiera dibujar la luna en un troso de papel.
Cuando WASHINGTON les impuso las sanciones al Central Romana, la Administración y sus socios orientados por la Banda Castillo lanzaron sus petes diciendo que todo era una trama para que República Dominicana asuma a Haití. Inmediatamente publiqué un trabajo titulado «Washington y el Central Romana», con el que intenté paralizar la insensatez gubernamental. Cierto, puedo decir que la marea bajo.
La oportunidad era ideal para que el gobierno dominicano defendiera los derechos de los trabajadores que todos sabemos han sido sobrexplotados por siglos, pero no.

La Administración Abinader y todo el cuerpo político dominicano siguieron su dualidad emocional: Vende Patria con las corporaciones imperiales y «patriota» en contra de los haitianos.
Pues bien, el Central Romana, reconociendo la validez del informe de Washington firmó un acuerdo para mejorar el nivel de vida a más de sus 20 mil trabajadores, incluyendo a los del área administrativa .
Nuestros patriotas muestran su servilismo ignorando que el color de la naturaleza se pintó por amor. Ese triunfo debió de ser para el gobierno dominicano, pero como los vende patria no se atreven a aplicar la ley a las corporaciones imperiales, el triunfo se lo llevó el Departamento de Estado. Y los trabajadores se lo agradecen.
Estados Unidos, por razones de geopolítica, está obligada a luchar por la mejoría del trabajador en toda América, que de acuerdo con su doctrina es su territorio inviolable.
Todos los centros de poder, científicos, culturales y militares reconocen que Rusia será la líder de Europa, China de Asia y África y Estados Unidos, de América: ¡Un mundo tripolar! Así es como hay que caminar y pensar en la nueva Tierra, en esta parte del globo en el que la economía está en manos de la ciencia .
Entonces, Washington quiere y necesita que quienes lleguen y transiten en su territorio de dominio sean gente saludables , educados y que se sientan representados y defendidos por La Casa Blanca . Y si eso no es sabiduría, ¿cómo le podríamos llamar?