Bajo el nombre de TOI 700 e, este planeta tiene bastantes similitudes con el nuestro.
Por Roberto Cantero
Una de las cosas que mejor quedan grabadas en nuestra memoria cuando somos pequeños y vamos al colegio son las listas, entre las que destaca la que nos invita a conocer a los planetas del Sistema Solar. La Tierra habita en un pequeño espacio del universo, moviéndose alrededor de una estrella que llamamos Sol, en una circunstancia que es habitual en el resto del cosmos. Ahora, hemos encontrado otro planeta similar al nuestro y todo gracias a un satélite de la NASA.
Nuevos mundos, mismo universo: este es TOI 700 e
Gracias a la información publicada en la página web de la NASA, hemos conocido que el satélite TESS ha obtenido datos que han permitido a científicos de la agencia espacial poder identificar un nuevo planeta. TOI 700 e se encuentra en la zona habitable de su estrella, la distancia en la que el agua líquida se manifiesta en la superficie, y, además, parece ser rocoso y con un tamaño de un 95% a nuestro hogar.
Anteriormente, ya se habían descubierto otros tres planetas en el mismo sistema, aunque ninguno como TOI 700 e. Emily Gilbert, una de las autoras del estudio, ha afirmado que:
Este es uno de los pocos sistemas con múltiples, pequeños y habitables planetas de los que tenemos constancia. Esto hace que el sistema TOI 700 sea un prospecto emocionante para realizar un seguimiento adicional. El Planeta e es un 10% más pequeño que el Planeta d, con lo que nos hemos dado cuenta de que las observaciones de TESS nos ayudan a encontrar mundos más y más pequeños.
El sistema al que pertenece este planeta se encuentra habitado por una estrella enana de tipo M y está localizado a 100 años luz de nuestra posición. Resulta fundamental el trabajo del satélite TESS, dado que éste es capaz de realizar un barrido, que suele durar alrededor de 27 días, a distintas regiones del cosmos llamadas sectores. Según los datos de los científicos, parece que TOI 700 e tarda 28 días en orbitar a su estrella, lo que aquí llamaríamos un año. Por el momento, TESS continuará observando el cielo y serán los investigadores los que tengan que apañárselas para descubrir nuevos objetos a través de sus datos.
Fuente MUNDO DEPORTIVO