
Que se suman a la destrucción del terremoto
Este marzo se cumplen doce años del inicio de la guerra civil en Siria, mientras el país trata de reponerse de los daños causados por los recientes terremotos
La guerra civil en la que entró Siria en 2011 y que ha traído unas consecuencias devastadoras para el país árabe cumplió su duodécimo aniversario el pasado miércoles 15 de marzo. Doce años han pasado ya desde que se iniciaran las revueltas populares contra Damasco, que dieron comienzo a un conflicto en el que entre 300.000 y 600.000 personas han perdido la vida.
En este tiempo, la situación en Siria también ha provocado el desplazamiento de más de 12 millones de sirios. Los terremotos que golpearon Siria el pasado 6 de febrero no han hecho sino dificultar aún más la situación humanitaria de un país que entra ya en su decimotercer año de guerra.
Por qué estalló la guerra en Siria y qué consecuencias ha tenido
Hace doce años, Siria entró en una guerra civil. En el contexto de la ola de protestas que se extendió por todo Oriente Medio y el Magreb durante la Primavera Árabe, el 15 de marzo de 2011, las fuerzas de seguridad sirias reprimieron violentamente las protestas masivas y manifestaciones en contra del autoritarismo del régimen, que pedían democracia en Alepo y en Damasco. Muchos de los manifestantes recibieron disparos en una jornada en la que comenzó el conflicto que continúa asolando al país árabe.
Durante la primera década del conflicto, más de 306.000 civiles han sido asesinados en Siria, según datos de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (OHCHR). Además, hasta agosto de 2022, la Red Siria para los Derechos Humanos declaró que alrededor de 111.000 personas continuaban desaparecidas, la mayoría de ellas en manos del gobierno sirio.
Una de las consecuencias más nefastas y prolongadas de la guerra ha sido la crisis de desplazamientos. Desde el inicio del conflicto armado en 2011, casi 7 millones de sirios se encuentran desplazados internamente en todo el país y 12,3 millones se han visto obligados a huir de Siria, según Human Rights Watch (HRW). Aunque los organismos internacionales siguen calificando al país como inseguro, el pasado año, los principales países de acogida de refugiados como Turquía y el Líbano comenzaron a abogar por retornos a gran escala de refugiados sirios.
Quienes regresan a Siria se enfrentan a detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas, abusos y otras violaciones de derechos humanos por parte de las autoridades sirias, además de a la crisis económica, que ha continuado agravándose. Solo el pasado año, al menos 14,6 millones de sirios necesitaron ayuda humanitaria en el país, un aumento de 1,2 millones desde 2021, según indica la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (UNOCHA). Human Rights Watch ha alertado, además, de que el régimen sirio continúa imponiendo severas restricciones a la entrega de ayuda humanitaria en las áreas controladas por el gobierno de Damasco, así como en otras partes del país, “desviando la ayuda para castigar a quienes expresan su disidencia”.
En septiembre de 2022, el presidente de la Comisión Internacional Independiente de Investigación (COI) de las Naciones Unidas sobre Siria advirtió de que, en el contexto de la guerra, el país podría volver a vivir nuevamente “combates a gran escala”, según recoge Al Jazeera.
Los recientes terremotos han agravado la situación humanitaria en Siria
La situación humanitaria en Siria se ha visto agravada por los terremotos que golpearon al país el pasado 6 de febrero. Los recientes seísmos han afectado a al menos 8,8 millones de personas, según Save the Children, quien asegura que la financiación actual no cubre las necesidades existentes. La Agencia de la ONU para los Refugiados (UNOHCR) calcula que más de 42.000 personas han perdido la vida, más de 85.000 han resultado heridas y aún hay miles de desaparecidos en un país que también ha sufrido una destrucción incalculable de viviendas e infraestructuras públicas.
Tanto la Organización de las Naciones Unidas como otros socios humanitarios continúan ampliando la respuesta a las áreas afectadas. En las ciudades de Alepo, Lattakia, Tartous, Hama, Homs e Idleb, el Ministerio de Educación del país calcula que más de 2.500 escuelas resultaron dañadas y 129 de ellas aún continúan utilizándose como refugios, según UNOCHA.
El mundo árabe avanza hacia una posible reconciliación con el gobierno de Damasco
La represión de las revueltas populares contra Damasco y que dio inicio a la guerra civil en Siria llevó a muchos gobiernos regionales a cortar relaciones con el Gobierno de Bashar Al-Assad. A lo largo de los últimos doce años, el presidente sirio ha salido reelegido con mayorías de más del 90% de los votos una y otra vez, en elecciones ampliamente consideradas una farsa, y ha logrado arrebatarle a sus oponentes en el conflicto armado la mayor parte del control territorial.
Tras los recientes terremotos, diversas potencias árabes han enviado ayuda humanitaria o visitas de altos rangos, dando pasos hacia una posible reconciliación con Damasco. Durante las últimas semanas, Arabia Saudí, principal potencia suní de Oriente Medio, ha reconocido públicamente la necesidad de cambiar de enfoque con respecto a Siria, algo que considera una perspectiva compartida por todo el mundo árabe, según recoge la Agencia EFE. El reciente anuncio del restablecimiento de lazos diplomáticos entre el reino árabe e Irán, potencia cercana al país sirio, podría allanar el camino hacia un acercamiento entre Siria y Arabia Saudí, así como el resto de Oriente Medio.
Por su parte, Turquía, también azotada por los terremotos y situada del lado de la oposición siria, continúa con el aparente proceso de normalización que inició a finales de 2022, cuando Ankara y Damasco mantuvieron su primer encuentro gubernamental tras más de una década en Moscú, principal aliada de Al-Assad.
El presidente sirio se reúne con su homólogo ruso durante el aniversario de la guerra en Siria
El mecanismo que inicialmente era tripartito entre Siria, Turquía y Moscú incluye ahora a Irán y se reunió durante los días 15 y 16 de marzo en la capital rusa, donde representantes de los viceministros de Exteriores de las cuatro potencias trataron la cuestión siria, según informó la agencia de noticias ANHA Hawar. Junto con Estados Unidos, estos constituyen los principales países que continúan brindando apoyo militar y financiero a las facciones en conflicto y protegiéndolas de la rendición de cuentas, según HRW.
Coincidiendo con la reunión, en el aniversario del inicio de la guerra en Siria, su presidente, Bashar Al-Assad, viajó a Rusia, país que recientemente ha cumplido un año de guerra con Ucrania, para reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, con quien abordó la cooperación y la situación en el país árabe.
Fuente: Newtral