Ante el tribunal de menores y a puerta cerrada, arrancó el juicio a seis jóvenes acusados de haber indicado al atacante quién era el profesor a cambio de dinero.
Los acusados llegaron poco antes de las nueve de la mañana, escondiendo sus rostros y acompañados de sus padres y abogados.
Poco antes, familiares y una decena de compañeros del profesor asesinado habían llegado al tribunal.
El 16 de octubre de 2020, Abdoullakh Anzorov, un refugiado ruso de origen checheno, apuñaló y decapitó al profesor de 47 años cerca de su centro de secundaria en Conflants-Sainte-Honorine, al noroeste de París. Este joven de 18 años, al que la policía abatió poco después, le reprochaba mostrar caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión y, en un mensaje de audio, reivindicó su acción para «vengar al profeta».
Dos jueces de instrucción ordenaron en mayo juzgar a 14 personas por estos hechos: seis jóvenes ante el tribunal de menores y ocho adultos, que serán juzgados a finales de 2024.
Cinco de los jóvenes, que tenían entre 14 y 15 años cuando ocurrieron los hechos, están acusados de haber vigilado el centro y de haber indicado al atacante quién era el profesor, a cambio de dinero. La sexta acusada, que tenía 13 años, es juzgada por denuncias calumniosas, al asegurar que Paty pidió a los alumnos musulmanes que salieran de clase antes de mostrar las caricaturas.
«El papel de los menores es crucial en la espiral que condujo al asesinato» del profesor, dijo hace unos días Virginie Le Roy, quien representa a los padres y a una de las hermanas de Samuel Paty.
Los seis adolescentes se enfrentan a penas de hasta 2 años y medio de cárcel.
El dolor de esta tragedia resurgió el pasado 13 de octubre, cuando otro profesor, Dominique Bernard, fue asesinado en Arras (norte) por un joven islamista radicalizado de 20 años y origen ruso, que fue detenido.
Fuente Euronews