El líder supremo religioso de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, votó hoy viernes en las primeras elecciones parlamentarias que se celebran en Irán desde las protestas masivas de 2022 por la ley del hiyab obligatorio, tras la muerte de Mahsa Amini la brutal represión posterior.
En la votación también se elegirán nuevos miembros de la Asamblea de Expertos de Irán. El panel de clérigos, que ejerce un mandato de ocho años, tiene el mandato de elegir a un nuevo líder supremo si Jamenei dimite o muere, lo que confiere a su papel una mayor importancia con la edad de Jamenei, 84 años.
Unos 15 000 candidatos compiten por un escaño en el Parlamento de 290 miembros, formalmente conocido como Asamblea Consultiva Islámica. Los mandatos duran cuatro años y se reservan cinco escaños a las minorías religiosas de Irán.
Según la ley, el Parlamento supervisa al poder ejecutivo, vota los tratados y se ocupa de otros asuntos. En la práctica, el poder absoluto en Irán reside en su líder supremo.
Los partidarios de la línea dura han controlado el Parlamento durante las dos últimas décadas.
Más recientemente, el Parlamento se ha centrado en cuestiones relacionadas con el velo obligatorio para las mujeres o hiyab, tras la muerte en 2022 de Amini, de 22 años, bajo custodia policial, que desató protestas en todo el país.
Las protestas se convirtieron rápidamente en llamamientos a derrocar a los dirigentes clericales iraníes. La represión posterior causó más de 500 muertos y más de 22 000 detenidos, según Amnistía Internacional.
En las últimas semanas se han extendido los llamamientos al boicot de las elecciones, entre ellos el de la activista por los derechos de la mujer Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz encarcelada, que las calificó de «farsa».
Los llamamientos al boicot han sometido al gobierno a una presión renovada: desde su Revolución Islámica de 1979, la teocracia iraní basa en parte su legitimidad en la participación en las elecciones.
Fuente Euronews