La crisis institucional en Polonia se agrava entre acusaciones cruzadas y la crispación política entre el partido del anterior Gobierno, el ultraderechista Ley y Justicia y la coalición gobernante encabezada por el liberal europeísta Donald Tusk.
El partido opositor Ley y Justicia (PiS) protestó frente a la sede de la Fiscalía Nacional de Polonia ante lo que calificaron como un intento del nuevo ministro de Justicia y fiscal general del Estado,Adam Bodnar, de apoderarse por la fuerza de esa institución. El fiscal nacional de Polonia, Dariusz Barski, nombrado por el anterior Gobierno de Ley y Justicia y justo por debajo de Bodnar en la jerarquía, fue destituido este mes en una de las medidas impulsadas por el nuevo Ministerio de Justicia para restaurar la independencia judicial.
El presidente de Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, dijo que el cese evidenciaba un «insidioso golpe de Estado» que no se atiene a la legalidad constitucional, profundizando aún más la crisis institucional en el país, que arrastra una disputa entre dos sectores políticos: el de la coalición gobernante encabezada por el primer ministro, el liberal europeísta Donald Tusk y la ultraderecha de Ley y Justicia que gobernó Polonia hasta finales del año pasado.
Arkadiusz Mularczyk, diputado de Ley y Justicia, dijo que Polonia está viéndose atenazada por la «tiranía y el Gobierno autoritario» y relató los episodios que a su juicio justifican esa perspectiva: «La toma de la televisión polaca y de los medios de comunicación públicos se hizo con métodos contundentes. Luego hubo un intento de derrocar por la fuerza al fiscal nacional. Por otro lado, vemos un intento absolutamente descabellado de privar de sus mandatos a dos parlamentarios que fueron indultados por el presidente Duda».
El grupo de Gobierno defiende su papel en la «regeneración» de las instituciones
La coalición gobernante tiene una posición antagónica y defiende que está reinstaurando el Estado de derecho en el país. Szymon Holownia, presidente de la cámara baja del Parlamento polaco, respondió a las críticas del dirigente de Ley y Justicia Jaroslaw Kaczynski diciendo que «de nuevo ha decidido hablar sin ningún rigor» y que, con la nueva mayoría parlamentaria, «la Constitución acaba de comenzar a aplicarse».
El ministro de Justicia y también fiscal general de Polonia, Adam Bodnar, responsable de la mayoría de reformas acometidas en el ámbito jurídico, las considera necesarias para despolitizar y restablecer el buen funcionamiento de las instituciones: «Creo que hablar de ‘dualismo’ está fuera de lugar, porque hay un fiscal general. Todas las decisiones que tomo están absolutamente pensadas con rigor y se ajustan a la ley. Haré todo lo que esté a mi alcance para garantizar que la Fiscalía esté al servicio de los ciudadanos y para que los expedientes de diversos casos que son (políticamente) incómodos no queden escondidos en armarios o garajes», dijo, al tiempo que aseguró que su misión es velar por «el respeto del Estado de derecho».
Fuente Euronews