Santo Domingo.-. La directora del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), doctora Aída Lucía Vargas (Luchy), resaltó este viernes la importancia de completar el esquema de vacunación en los niños, en especial a los menores de cinco años.
“Las vacunas son seguras y las personas no vacunadas son las que tienen el mayor riesgo de enfermar y morir. Las vacunas disminuyen el riesgo de complicaciones y muertes”, dijo al ser entrevistada en el programa radial “Para estar bien” por Quisyeya FM, donde fue invitada para hablar sobre la Jornada contra sarampión, polio y rubéola que desarrolla el Ministerio de Salud Pública, dentro del marco de la Semana de Vacunación de las Américas».
Vargas explicó que es importante aplicar todas las dosis y mantener los refuerzos porque “los virus mutan y reaccionan de manera diferente en cada uno de los organismos”.
Poniendo como ejemplo el caso del sarampión, vacuna que se aplica en dos dosis, la doctora Luchy aclaró que los adultos están protegidos “porque ya les dio la enfermedad o están vacunados”.
“Ya no se ve ese sarampión. En nuestro país no existe circulación, pero si no vacunamos, las enfermedades pueden debutar otra vez. En algunos países de América y Europa sigue la circulación de sarampión. Unos 23 millones de personas han dejado de morir en los últimos años de sarampión gracias a la vacunación”, comentó la experta en vacunación.
En el caso de la vacuna para el polio, enfermedad que se registra salvaje solo Paquistán y Afganistán, la vacuna de toma oral, a través de las heces del bebé, sale el virus a circular, produciéndose así la vacunación de rebaño.
Tanto el polio como el sarampión están en vías de ser erradicados. La meta es lograrlo, a través de la vacunación, tal como sucedió con la viruela.
La vacuna para la difteria, enfermedad que no se ha logrado erradicar, se controla colocando cinco dosis de biológico, y un refuerzo cada 10 años.
“La cantidad de dosis va a depender de los estudios y eficacia de la vacuna. La de fiebre amarilla, enfermedad común en Asia y Suramérica, se está colocando una de por vida, pero antes era cada 10 años. El esquema va cambiando”, añadió la especialista.
Vargas hizo un llamado a las embarazadas, para que también se coloquen todas sus vacunas, ya que “les transfieren esos anticuerpos protectores a su bebé” y a las niñas de 9 a 14 años a que se vacunen contra el virus de Papiloma Humano (VPH).
“Es mejor un minuto de prevención que una hora de atención medica”, destacó.
Doña Luchy recordó que el país cuenta con 1,421 puestos de vacunación a nivel nacional y afirmó que el Ministerio de Salud Pública garantiza el esquema básico de vacunación de acuerdo al perfil epidemiológico que tenemos en el país.
Rompiendo mitos
La doctora Vargas dijo que una madre puede continuar lactando a su bebé, ya que la lecha materna no interfiere con el efecto de las vacunas en su cuerpo.
Reiteró que las vacunas no evitan la contracción de enfermedades, sino que al padecerlas sean lo más leves posible.
También aclaró que no es recomendable medicar al niño antes de la inoculación, “porque no a todos los niños les da fiebre”.
En caso de que ocurra un episodio febril, se puede colocar un paño frío sobre la zona de la inyección y usar el antipirético que su bebé consume regularmente por orden de su pediatra.
En el caso de rotavirus que es una vacuna oral, si el niño con algún gas vomita, no es necesario volver a vacunar.