
Un gran Betis saca un empate de Montjuïc y deja al líder a medias tras el pinchazo del Real Madrid
El Barcelona no jugó un mal partido contra el Betis, pero se marchó con la sensación de que dejó escapar una buena oportunidad. Había perdido el Real Madrid y podía poner seis puntos de por medio, que tampoco eran definitivos, pero sí una gran losa. Se quedaron en cuatro, con un Clásico entre medias y todo por decidir.
Que el Barça y el Betis son dos de los equipos en mejor forma de la Liga quedó demostrado desde el principio. Esta vez los andaluces tuvieron que adaptarse un poco a su rival, pero también lograban ser peligrosos. No quería el equipo de Pellegrini el balón para otra cosa que no fuera atacar, sin entretenimientos, con los balones en largo a los costados, el punto débil de la defensa barcelonista. Dejó varias veces emparejado a Antony con Cubarsí, una lucha que parece desequilibrada, pero el central se las apañó con bravura. La sensación de peligro que tenía era latente, también la que sufría, porque el Barcelona sí quería la pelota para algo más: para distraer y acelerar. Una rápida combinación después de una recuperación de Koundé acabó en el gol de Gavi. Al robo le dieron continuidad Lamine Yamal y Ferran Torres, este de primeras, para que el centrocampista entrara por sorpresa desde segunda línea y anotara cruzado.
No le duró mucho la ventaja al líder, porque en un córner Natan puso la igualada. Estaba con la marca de Araujo, que parecía que le tenía controlado, pero el defensa bético se inventó un giro de cabeza fantástico, y estaba tan cerca de la portería que a Szczesny no le dio tiempo a reaccionar.
Poco después del primer cuarto de hora, el partido volvía al principio, y las fichas estaban sobre el tablero: las carreras del Betis contra la presión del Barça. Precisamente en un par de recuperaciones rozó el segundo el conjunto local, pero esta vez Lamine Yamal no estuvo fino. No lo estuvo ni en el remate ni en general, porque se equivocó en un par de pases de los que no suele fallar. Siempre generó inquietud en los contrarios, pero en esta ocasión la genialidad no apareció.
El Betis se defendió de maravilla, con Bartra como capataz en un par de acciones extraordinarias. El carrusel de cambios amplió el dominio del Barça. Flick no aguantó más a Raphinha en el banquillo y Koundé tuvo una oportunidad inmejorable después de un pase filtrado de Pedri, pero Adrián le pudo, firme en el mano a mano. El canario, sorprendentemente, no acabó el partido y fue sustituido por Fermín, que fue más directo. Estaba el encuentro para eso, algo embrutecido y alocado, más para la garra de Gavi. También estaba peligroso para los dos conjuntos porque el Barcelona se lanzó con todo y se descubrió. El empate le valía más al Betis, pero después de muchos minutos de tener que defenderse, volvió a salir al ataque en una especie de ida y vuelta final que no alteró el marcador.
La Razón