
Por Franklin Domínguez Cruz
Miembro de la SIP
Sociedad Inter-Americana de Periodistas
De nuevo los capitalistas están dispuestos a conceder todo el mérito a la mano invisible del mercado.
(La cola del supermercado mueve los precios) el aprecio de los comerciantes por los consumidores es preocupante, la ambición de riquezas daña la manera de intercambiar, como antaño, de los valores de los productos, alquileres carísimos y en moneda extranjera, hacen imposible que el ciudadano de «a pie» viva con comodidad.
Los banqueros lo quieren todo y se inventan cuantos reajustes por temporadas.
¡Ahora bien! la mano del mercado es ciega, además de invisible y por sí sola no habría podido salvar nunca a la sociedad humana, de hecho ni siquiera una feria rural puede mantenerse sin la mano amiga de algún Dios, Rey o Iglesia.
Si todo está a la venta incluidos los tribunales y la policía la confianza se evapora y el negocio se marchita.
¿Que fue entonces lo que salvó a la sociedad moderna del colapso?
La humanidad fue salvada no por la ley de la oferta y la demanda, sino por el auge de una nueva Religión Revolucionaria: el humanismo.
Cita del Bet Seller
Homo Deus= Hombre Dios.
Yubal Harari.
FDC 2023.