
La residencia La Encarnación de Tornadizos cumple estos días 18 años. Con todas sus plazas ocupadas y lista de espera, allí viven 84 mayores y da empleo a 48 profesionales
Estos días se cumplen 18 años desde que la residencia La Encarnación, de la empresa Geriátrico del Adaja, abriera sus puertas en Tornadizos de Ávila. Al principio lo hizo solo con una planta, a la que se sumó una segunda pasado algún tiempo. En la actualidad el centro cuenta con 84 residentes, entre ellos dos mujeres centenarias, lo que supone que tiene todas sus plazas ocupadas. «Y hay lista de espera», reconoce Rafael Comesaña, supervisor de este centro residencial que cuenta con una plantilla de 48 trabajadores.
Una «residencia pequeña y muy familiar» que, cuenta Comesaña, es muy demandada por vecinos de Ávila y de los pueblos cercanos a la capital abulense.
Además de un «trato cercano y muy familiar», el supervisor de este centro destaca también que los residentes disfrutan de comida casera. «Todo se hace en las cocinas; hasta las croquetas», apunta Comesaña una de las cosas que más valoran tanto los residentes como sus familias de una residencia donde también se cuenta con fisioterapeuta, trabajador social, servicio de enfermería y médico.
Fomentar las relaciones de los residentes con el exterior es uno de los objetivos de la dirección de esta residencia donde son muy habituales las visitas de familiares, que por aquí se mueven como si estuvieran en su casa, pero también las de vecinos de Tornadizos, especialmente los alumnos del colegio con los que a lo largo del año se realizan varias actividades intergeneracionales.
«El trato con los abuelos es lo mejor de nuestro trabajo. Pasamos más tiempo con ellos que con nuestras familias y les coges mucho cariño», asegura Comesaña y le secunda en esa afirmación la directora del centro, Mari Carmen Ruiz.
Fuente Diario de Ávila