Dicha medida, tras la detención de miembros de su personal en la zona
Los hutíes ya habían secuestrado anteriormente a miembros del personal de la ONU, así como a personal de la embajada estadounidense en Saná y de grupos de ayuda humanitaria.
Naciones Unidas ha suspendido todos los viajes a las zonas controladas por los rebeldes hutíes de Yemen después de que el grupo detuviera a otros siete miembros de su personal. Los hutíes ya habían detenido anteriormente a miembros del personal de la ONU, así como a personas relacionadas con la embajada de Estados Unidos en Saná, ahora clausurada, y a trabajadores de organizaciones no gubernamentales.
«Ayer, las autoridades de facto en Saná detuvieron a más personal de la ONU que trabajaba en zonas bajo su control», reza un comunicado de la ONU. «Para garantizar la seguridad y la protección de todo su personal, Naciones Unidas ha suspendido todos los movimientos oficiales hacia y dentro de las zonas bajo el control de las autoridades ‘de facto'».
La ONI descubrió este viernes que habían secuestrado a siete miembros de su organización y optó por suspender indefinidamente su trabajo en la zona, que proporciona alimentos, medicinas y otras ayudas a la empobrecida nación arábiga.
En junio, la ONU reconoció que otros 11 empleados yemeníes habían sido detenidos por los hutíes en circunstancias poco claras, a medida que los rebeldes reprimían cada vez más las zonas bajo su control. Otros trabajadores de diversas ONG también han sido capturados.
La ONU añadió que estaba «colaborando activamente con altos representantes» de los hutíes, que mantienen la capital de Yemen desde 2014.
Los rebeldes respaldados por Irán están en guerra con una coalición liderada por Arabia Saudí que lucha en nombre del Gobierno exiliado del país desde 2015.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que «su continua detención arbitraria es inaceptable». «Los continuos ataques contra el personal de la ONU y sus socios afectan negativamente a nuestra capacidad para ayudar a millones de personas necesitadas en Yemen», advirtió en un comunicado.
Hasta el momento, los hutíes habían estado tratando de desescalar sus ataques contra el transporte marítimo e Israel después de que se alcanzara un alto el fuego en Gaza.
El nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, ha tomado medidas para restablecer la designación de grupo terrorista que hizo a finales de su primer mandato y que había sido revocada por el expresidente Biden, lo que podría sentar las bases para generar nuevas tensiones con los rebeldes.
A principios de esta semana, los hutíes afirmaron que limitarían sus ataques contra buques en el corredor del Mar Rojo y liberaron a los 25 miembros de la tripulación del Galaxy Leader, buque del que se apoderaron en noviembre de 2023.
Sin embargo, los hutíes han llevado a cabo durante algún tiempo una campaña dirigida contra aquellos con vínculos occidentales. El grupo ha estado emitiendo imágenes en los canales de televisión que controlan en los que aparecen personas que, según ellos, trabajan con agencias de inteligencia occidentales o con los israelíes.
La guerra en Yemen ha matado a más de 150.000 personas, entre combatientes y civiles, y ha provocado uno de los peores desastres humanitarios del mundo, con decenas de miles de muertos más.
Los ataques de los hutíes en el Mar Rojo durante la guerra entre Israel y Hamás han ayudado a desviar la atención de sus problemas en casa. Pero estos llevan meses sufriendo bajas y daños por los ataques aéreos dirigidos por Estados Unidos contra el grupo.
Fuente: Euronews