
El vuelo 8243 de Azerbaijan Airlines habría sido derribado el 25 de diciembre por un misil de un sistema Pantsir-S1 trasladado de Siria a Rusia, causando 38 muertos y 29 heridos, según revelan las fuentes.
Nuevos datos procedentes de fuentes oficiales rusas sugieren que el vuelo 8243 de Azerbaijan Airlines fue derribado por un misil disparado desde un sistema de defensa antiaérea Pantsir-S1 que fue trasladado de Siria a Rusia, según fuentes conocedoras de la investigación citadas en exclusiva por el canal internacional de noticias ‘AnewZ’, con sede en Azerbaiyán, y de las que ‘Euronews’ informa por primera vez en Europa.
Los sistemas de guerra electrónica se desplegaron contra el avión azerbaiyano el 25 de diciembre cuando se aproximaba para aterrizar en Grozni, lo que provocó graves fallos en sus sistemas de control antes de estrellarse cerca del aeropuerto de Aktau, en Kazajistán, informó ‘AnewZ’ basándose en sus fuentes.
Según ‘AnewZ’, los investigadores rusos han identificado tanto al individuo que lanzó el misil como al oficial al mando que dio la orden. Fuentes diplomáticas en Azerbaiyán dijeron a ‘AnewZ’ que Bakú se niega a permitir que el caso sea «silenciado» y se mantiene firme en su exigencia de responsabilidades por parte de Rusia.
Esto incluye llevar el asunto a los tribunales internacionales si Moscú se niega a asumir la responsabilidad de la tragedia en la que murieron 38 pasajeros y 29 sobrevivieron con heridas.
Azerbaiyán pide a Rusia que rinda cuentas
Al día siguiente del accidente, fuentes del Gobierno azerbaiyano informaron a ‘Euronews’ que un misil tierra-aire ruso causó el accidente del avión de Azerbaijan Airlines en Aktau. Según las fuentes, el misil fue disparado contra el vuelo 8432 durante una actividad aérea con drones sobre Grozni, y la metralla alcanzó a los pasajeros y a la tripulación de cabina al explotar cerca del avión en pleno vuelo.
Fuentes del Gobierno informaron a ‘Euronews’ que al avión averiado no se le permitió aterrizar en ningún aeropuerto ruso a pesar de las solicitudes de los pilotos de un aterrizaje de emergencia, y se le ordenó volar a través del mar Caspio hacia Aktau en Kazajistán. Según los datos, los sistemas de navegación GPS del avión estaban bloqueados durante toda la trayectoria de vuelo sobre el mar. Tres días después del accidente, en un discurso a la nación, el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev dijo: «Podemos decir con total claridad que el avión fue derribado por Rusia. (…) No estamos diciendo que se hizo intencionalmente, pero se hizo». El 29 de diciembre, Aliyev dijo que Bakú había hecho tres exigencias a Rusia en relación con el accidente.
«En primer lugar, la parte rusa debe disculparse con Azerbaiyán. En segundo lugar, debe admitir su culpa. En tercer lugar, castigar a los culpables, llevarlos a la responsabilidad penal y pagar una indemnización al Estado azerbaiyano, a los pasajeros y a los miembros de la tripulación heridos», explicó Aliyev. Aliyev señaló que la primera exigencia «ya se había cumplido» cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, le pidió disculpas el 28 de diciembre. Putin calificó el accidente de «incidente trágico», aunque no llegó a reconocer la responsabilidad de Moscú.
El mismo día, el Gobierno de Kazajistán dijo a ‘Euronews’ que había decidido enviar las grabadoras de vuelo del avión a Brasil para ayudar a la divulgación completa e inequívoca de los hechos relacionados con la tragedia, una medida que indicaba que Kazajistán y Azerbaiyán estaban alineados en su búsqueda de una investigación transparente.
Fuente: Euronews