
Es el primer anticuerpo biespecífico subcutáneo aprobado para pacientes adultos en recaída
Es menos conocido, pero va ganando terreno en la carrera de los más habituales. El cáncer sanguíneo, como el linfoma o el mieloma, serán el quinto tumor más frecuente en nuestro país este año, según las estimaciones de la Red Española de Registros de Cáncer y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH). En concreto, las previsiones para el año 2025 estiman que se diagnosticarán un total de 25.770 casos de neoplasias hematológicas, lo que supondrá un 10% de todos los tumores. Entre estos diagnósticos, un 71% corresponderá a neoplasias linfoides, es decir, linfomas.
En esta cesta, el linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) es el tipo más frecuente de linfoma no Hodgkin (LNH)de células B en población adulta. «En concreto, se trata de un subtipo agresivo de linfoma y representa aproximadamente el 30% de todos los LNH, pudiendo alcanzarse mayores porcentajes en los países desarrollados. El LBDCG es más común en personas mayores con un pico de incidencia en la década de los 60 años, siendo la mediana de edad en el momento del diagnóstico de 68 años, y su incidencia es algo mayor en los hombres», explica el doctor Raúl Córdoba, coordinador de la Unidad de Linfomas de la Fundación Jiménez Díaz y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
La incidencia anual del LBDCG es de 50-60 casos por millón de habitante, lo que supone que se diagnostican alrededor de 3.000 nuevos casos cada año. La buena noticia reside en que ahora hay una nueva esperanza para estos pacientes, ya que AbbVie ha anunciado esta mañana la disponibilidad en España de epcoritamab, el primer anticuerpo biespecífico de administración subcutánea financiado para el tratamiento en monoterapia de pacientes adultos con linfoma B difuso de células grandes en recaída o refractario después de dos o más líneas de tratamiento sistémico.
Con el tratamiento estándar del LBDCG se consigue una supervivencia global a largo plazo del 60-70% y la supervivencia relativa a cinco años es del 64%, pero puede variar según el país. Sin embargo, como explica el doctor Luis Nudelman, director Médico de AbbVie España, «entre el 30% y el 40% de personas sufren recaídas o son refractarias al tratamiento y estos pacientes tienen un pronóstico muy desfavorable. De hecho, las recaídas suponen una de las mayores causas de mortalidad y morbilidad de esta enfermedad».
Es ahí donde la llegada de este nuevo tratamiento supone un hito, tal y como reconoce el doctor Córdoba, quien asegura que «para los profesionales sanitarios es una gran noticia poder contar con esta nueva alternativa para las personas que ya han recibido dos o más líneas de tratamiento sistémico». Como detalla el doctor, «son pacientes que se enfrentan a un pronóstico desfavorable y este medicamento ha demostrado una tasa de respuesta global del 62% y una tasa de respuesta completa del 39%, con una mediana de la duración de la respuesta de 17,3 meses. Esto nos permite ofrecer una nueva opción a los pacientes en recaída o que no pueden optar a otros tratamientos».
El LBDCG se caracteriza por su agresividad, empeorando el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes a medida que progresa. Como explica la doctora Ana Moya, farmacéutica del Hospital General de Valencia, «un estudio que incluyó 441 pacientes de Estados Unidos y Europa (incluida España), demostró que los pacientes con LBDCG tienen peor calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), en comparación a otros cánceres. Además del detrimento en calidad de vida causado por la propia enfermedad, las recaídas aumentan los niveles de depresión y ansiedad de los pacientes».
Fuente: La Razón