Han ascendido a 89 las víctimas mortales entre los militares a consecuencia del ataque de artillería la noche de Año Nuevo.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha actualizado la cantidad de los militares rusos fallecidos en el acuartelamiento cerca de Donetsk la noche de Año Nuevo y ha proporcionado nuevos detalles sobre el ataque de artillería ucraniano contra la instalación.
En un comunicado divulgado en su canal de Telegram, la institución detalla que el ataque se llevó a cabo con seis proyectiles del lanzacohetes HIMARS, de fabricación estadounidense, que se dispararon al primer minuto tras la medianoche, el 1 de enero, contra un punto de despliegue temporal de una unidad militar rusa cerca de la localidad de Makéyevka.
«Dos de los proyectiles fueron interceptados por las defensas antiaéreas», mientras «cuatro proyectiles explosivos rompedores impactaron contra un edificio donde se encontraban militares rusos», provocando el derrumbe del mismo, precisa el comunicado.
«Lamentablemente, mientras que se retiraban los escombros de las estructuras de hormigón armado, el número de nuestros compañeros muertos aumentó a 89«, destaca el documento.
Las autoridades señalan que con fuego de respuesta se destruyó el lanzacohetes múltiple con el que las fuerzas armadas ucranianas disparaban contra Makéyevka. Asimismo, los ataques con misiles y de aviación contra concentraciones de material bélico cerca de la estación de tren de Druzhkovka, en la República Popular de Donetsk, lograron destruir otros cuatro lanzacohetes múltiples HIMARS, cuatro lanzacohetes RM-70, más de 800 proyectiles, ocho vehículos, así como más de 200 combatientes ucranianos y mercenarios extranjeros.
Además, fue atacado un lugar de despliegue temporal de una de las unidades de la Legión Extranjera cerca de Máslovka, donde murieron más de 130 mercenarios extranjeros.
Mientras una comisión está investigando las circunstancias del incidente, según el documento, «ya está claro que la causa principal de lo ocurrido fue la activación y el uso masivo, en contra de la prohibición, de teléfonos móviles por parte del personal en el radio de alcance del armamento hostil».
«Este factor permitió al enemigo rastrear y determinar las coordenadas de la ubicación de los soldados para realizar el ataque», subraya el ministerio.
«Ya se están tomando las medidas necesarias para evitar trágicos incidentes similares en el futuro. Al concluirse la pesquisa, los funcionarios culpables tendrán que asumir la responsabilidad«, remarca el texto, suscrito por el teniente general Serguéi Sevriukov, primer jefe adjunto de la Dirección Principal Político-Militar de las Fuerzas Armadas de Rusia.
Por otra parte, se ha enfatizado que «a todas las víctimas y familias de militares fallecidos se les proporciona toda la asistencia y el apoyo necesarios».
Fuente: RT