
Apenas fue nombrada presidenta por el Congreso, Boluarte llamó a la unidad nacional. Mientras la Fiscalía de la Nación empezó una investigación preliminar por «rebelión y conspiración» contra el sindicalista docente destituido, quien fue trasladado a la cárcel de Barbadillo donde cumple sus 25 años de pena el ex presidente Fujimori, condenado por los mismos delitos.
El Congreso de Perú votó la destitución de Pedro Castillo y designó como presidenta a su vice, Dina Boluarte, quien se convirtió en la primera mandataria mujer del país.La votación se dio poco después que el ahora exmandatario intentara disolver el Parlamento y anunciara una instauración de un gobierno de emergencia. La Policía de Perú detuvo a Castillo y la Fiscalía de la Nación inició acciones preliminares para investigarlo por «rebelión y conspiración», los mismos delitos por los que fue condenado a 25 años de cárcel el dictador Alberto Fujimori.
Todos los gobiernos regionales reclamaron el respeto al estado de derecho y las instituciones democráticas. Tanto el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador como el boliviano Luis Arce destacaron el papel jugado por «las élites económicas y políticas que desde el comienzo de la presidencia de Castillo mantuvieron un ambiente de confrontación y hostilidad hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución».
LÓPEZ OBRADOR RECONOCIÓ QUE CASTILLO LLAMÓ PARA PEDIR ASILO EN LA EMBAJADA DE MÉXICO EN LIMA
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este jueves que Pedro Castillo se contactó con ellos para pedir asilo político en la Embajada mexicana en Lima. Sin embargo, cuando iba de camino a la dependencia diplomática, fue interceptado y detenido por las autoridades, que lo acusaron de un presunto delito de rebelión tras anunciar la disolución del Congreso y el establecimiento de un gobierno de excepción.
López Obrador comentó que le avisaron de que Castillo se dirigía hacia la Embajada, pero ha lamentado que «seguramente ya tenían intervenido su teléfono», por lo que «ni siquiera pudo salir» y «lo detuvieron de inmediato».
«Al poco tiempo tomaron la Embajada con policías y también con ciudadanos», contó el mandatario, quien, además, reconoció que le pidió al ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, que hablara con el embajador mexicano en Perú, Pablo Monroy, para «que le abrieran la puerta, con apego a nuestra tradición de asilo».
Además, el presidente mexicano defendió públicamente a Castillo y demandó a las autoridades peruanas que respeten los Derechos Humanos» del ahora exmandatario, que «actúe con legalidad verdadera» y «se proteja a su familia».
Asimismo, señaló que, por el momento, no romperán relaciones con Perú, y pidió «esperar unos días».
«Vamos a esperar unos días, creo que es lo más adecuado. No es nuestro propósito intervenir en asuntos intentos, lamentamos mucho eso sí, que estas cosas sucedan, porque sufre el pueblo», sostuvo López Obrador.
Fuente: Resumen Latinoamericano







