
Puigdemont «levanta la congelación» de las conversaciones con el PSOE que dan vía libre a la negociación presupuestaria
Giro de guion. El Gobierno ha cerrado hoy un acuerdo con Junts que va más allá de aprobar un nuevo decreto social con el grueso de las medidas que decayeron el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados. El Ejecutivo consigue devolver a los de Carles Puigdemont a la mesa de negociación, de modo que «levantan la congelación» del diálogo con los socialistas que el expresidente catalán impuso hace 12 días desde Bruselas. A cambio, el PSOE rectifica y acepta la tramitación de la proposición no de ley impulsada por Junts para que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Hasta ahora, la proposición no de ley estaba bloqueada en la Mesa del Congreso que, en dos ocasiones, ha evitado calificarla para dar margen a la negociación entre los socios.
Los juntaires reformularán la iniciativa con un «redactado más jurídico» para tratar de darle encaje en el procedimiento parlamentario y legal. Hasta la fecha, los socialistas habían mostrado su rechazo frontal a tramitarla, calificando de «inconstitucional» la medida y señalando que «no hay ni intención ni necesidad» de someterse a este trágala, dado que es una prerrogativa exclusiva del presidente del Gobierno. A preguntas de LA RAZÓN, el presidente ha confirmado que el PSOE aceptará la tramitación parlamentaria de la medida, pero que no se acabará sometiendo efectivamente a ella. «El Gobierno no ve necesidad de hacerlo», ha confirmado, dado que la cuestión de confianza debe partir del Consejo de Ministros y no del Congreso de los Diputados.
Sánchez ha tratado de restar trascendencia al varapalo parlamentario sufrido hace una semana, asegurando que «un gobierno, cualquier gobierno puede perder una votación, pero no nos resignamos a perder la mayoría de este país. Y lo haremos negociado hasta la extenuación y buscando apoyos en todas partes». Para conseguir sacar adelante el decreto, el Gobierno ha tenido que ceder en otra cuestión que dijo que no haría: trocear el decreto ómnibus. Lo aprobado hoy por el Ejecutivo se centra en lo nuclear del paquete social, 29 medidas entre las que figuran la revalorización de las pensiones y mejora de las pensiones mínimas; las ayudas a la DANA, al transporte público y a los afectados del volcán de La Palma, y las relativas a los colectivos vulnerables, entre otras. Se dejan fuera todos los aspectos fiscales y de corte más económico.
Más allá del regate corto, garantizando la aprobación del decreto social, el Gobierno se garantiza un movimiento de fondo y es volver a atraer a Junts a la senda del diálogo para abordar otras muchas carpetas que hay sobre la mesa y que permanecían paralizadas por la hibernación de los contactos. Entre ellas, la más trascendente, la que afecta a los Presupuestos Generales del Estado que garantizan la legislatura. «Partido a partido», ha señalado el presidente, sin querer entrar en detalles, pero uno de los puntos del acuerdo con los juntaires afecta a la «a perpetuación de unos anticipos por la financiación autonómica sin pactar una redistribución diferente de los objetivos de déficit y sin haber abierto una negociación seria sobre el concierto económico de Cataluña». Esto es, hay movimientos previos a los trabajos presupuestarios.