JOHNNY SANCHEZ
Sin miramientos sanitarios, ni licencias ocupacionales, se ha creado una actividad ilegal muy lucrativa en la diáspora latina de NYC, con cientos de mujeres peluqueras, quienes están haciendo desrizados, planchados de pelo, uso indiscriminado de Keratina con químicos que afectan e impregnan cuartos de aptos, donde esa gente vive con sus familias y vecinos, todo por ganarse un dinero limpio de costos fijos, como los que pagan negocios formales y legales con todas las reglas de la ley en esa urbe.
Esa desventaja comparativa a cientos de salones belleza legales debe denunciarse y vigilarse por el daño a la sociedad y a usuarios; ¿cuál es el daño?
Una estilista legal debe actualizarse con técnicas sobre efectos secundarios de química a cabeza y piel anualmente, renovar sus estudios, licencias, pagan locales con la alta renta de NYC, impuestos y permisos exigidos en este siglo 21, pero estas “avivatas del pelo”, lo hacen en un cuartico, y si te quedo malo o sufres quemaduras pelo, nadie paga daños porque se mudan al otro día y nadie sabe más de ellas.
Varios salones que visité en NYC, recientemente, donde me fui a recortar, me informan la misma historia, ¿Qué les pasa a nuestros representantes dominicanos y de la ciudad, y a los inspectores de salud y los landlords q no hacen su trabajo, ni denuncian actividades comerciales dentro de aptos? El fuerte olor de químicos, queratina y otros, sale por los pasillos y nadie dice nada, ¿por qué?
Hacer consciencia de esa problemática, es deber de todos los ciudadanos, ya que, por economizarse 20 dólares por no ir a un salón de belleza legal, pierden, porque estas avivatas cobran casi igual que los salones, pero tienen clientela por trabajar 24 horas y los negocios legales solo 9 horas diarias, limitando servicio, trabajan sin salubridad, sin ventilación ni seguridad ambiental.
Asociaciones y grupos enfocados en la salud, apoyemos gremio de peluqueras y a las autoridades de salud, para combatir ese flagelo, ya que, por un error de una peluquera ambulante, al quemar, entintar y quitarle el brillo natural al pelo con químicos abusivos, es un crimen que afecta comunidad.
Recuerda el dicho: Lo barato sale caro, al final del día.