Un tribunal de Moscú condenó con cuatro años de cárcel por extremismo a Ígor Guirkin, el nacionalista ruso y líder de la sublevación prorrusa de 2014 en el Donbás que calificó de «cobarde» al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y criticó su estrategia militar.
Ígor Guirkin, que empleaba el alias Strelkov (tirador) a modo de apellido, fue el líder más destacado de los combatientes separatistas respaldados por Rusia en la región ucraniana del Donbás en 2014, cuando surgió la rebelión tras el derrocamiento del entonces presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, aliado de Rusia.
Guirkin fue brevemente ministro de Defensa del autoproclamado Gobierno separatista, pero dejó el cargo en agosto de 2014 después de que fuerzas rebeldes derribaran un avión de pasajeros malasio sobre Donetsk, matando a las 298 personas que iban a bordo. Guirkin fue declarado culpable de asesinato en los Países Bajos, de donde había partido el vuelo.
Guirkin regresó a Rusia y se convirtió en comentarista y activista nacionalista. Aunque apoyó la invasión rusa de Ucrania, también criticó duramente a las autoridades por su «ineptitud» en la ejecución de la ofensiva militar. Guirkin llamó a Putin una «persona insignificante» y de «una cobarde mediocridad«. Fue arrestado en julio acusado de extremismo y permaneció bajo custodia desde entonces.
La condena refleja la falta de tolerancia de las autoridades rusas a las críticas y la oposición. Después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, esa sensibilidad se intensificó drásticamente, con la aprobación de leyes que criminalizan declaraciones e informaciones periodísticas que supuestamente desacrediten al ejército ruso. La sentencia de Guirkin fue considerablemente menos dura que las impuestas a algunas figuras que han denunciado la guerra, en particular la sentencia de 25 años impuesta al opositor Vladímir Kara-Murza.
Fuente Euronews