
Furia rockera, diabólico espectáculo de luces y fuegos que hicieron las delicias de un público que sabía a lo que venía: a disfrutar con los infernales Angus Young y Brian Johnson. Así fue el concierto de AC/DC en el estadio Metropolitano de Madrid de este jueves.
La gira Power Up tiene un cierto sabor a despedida, aunque también es cierto que eso mismo decían las crónicas del concierto que dieron en la Cartuja de Sevilla el año pasado, y aquí están otra vez estos viejos que siguen más vivos y coleando que nunca.
La vuelta de Brian Johnson, tras los problemas auditivos que lo apartaron durante un tiempo de los escenarios, sabe a gloria. El tipo está en plena forma. Y lo mismo se puede decir de Angus Young y sus sempiternos pantalones de colegial gamberro.
AC/DC llegó al escenario del Metropolitano tras una potable, aunque un tanto insulsa, actuación de la banda estadounidense The Pretty Reckless, liderada por una aguerrida Taylor Momsen (sí, la misma que salía en la popular serie Gossip girl) –de estética a lo Kurt Cobain– que pese a firmar una buena actuación a caballo del hard rock y del punk no logró entusiasmar, aunque lo intentaba con sus gritos de «¡Grasisassss, Matdruiiiid!» y sus muchos «fucking (y lo que corresponda)!» que repartía en calculados momentos de su actuación.
Se acerca la hora y el estadio del Atlético empieza a llenarse cuando la banda de la chica de Gossip girl termina su show.
Fuente EL DEBATE