
POR IGNACIO GUERRERO
El momento actual que vive el Ministro de Energía y Minas, Joel Santos, nos recuerda al Profeta Daniel, cuando en el foso de los leones fue lanzado por sus creencias no en un Dios pagano, sino en uno al que las huestes políticas del momento combatían con rabia.
Tal y como lo narra el capítulo 6 del libro de Daniel (Biblia RVR 1960), este tuvo que ser librado por el mismo Jehová, cerrándole la boca a los tres felinos, algo similar a lo que tendrá que hacer el mismo funcionario mediante estrategias muy bien elaboradas para que les continúen llevando el mensaje a la sociedad sobre los ingentes esfuerzos que desde su despacho se hacen para que el problema entre la Barrick y los comunitarios sea resuelto a la mayor brevedad posible.
Soy de lo que piensa que un sector de la opinión pública el cual y con sus legítimos derechos están dando sus puntos de vista, están, no diríamos cometiendo un error, sino hasta cierto grado un acto de injusticia al tomar como blanco al citado ministro.
El problema que encierra los enfrentamientos entre la Barrick Pueblo Viejo y los comunitarios de la provincia Sánchez Ramírez, no son propiciados por dicho funcionario, él no llega a los 4 meses en el cargo, y al que repetimos, no conocemos en persona.
Cuando Joel llegó al cargo ya el problema estaba. Según nos hemos enterado, él ha sido un puente dentro de las negociaciones. Ahora bien, como Ministro tiene que ver con el tema, para que tanto los comunitarios como los sectores de la minería lleguen a un acuerdo satisfactorio.
Desde un principio hemos estado viendo a Joel agitando la bandera del diálogo. Buscando una salida, y sobre todo, ejerciendo el papel con el decoro que entendemos lo debe ejercer, sin faltarle el respeto a nadie y haciendo propuestas que como la del diálogo que se efectúa en la ciudad de La Vega con el arzobispado como mediante se está trabajando en la dirección correcta.
Los grupos convocantes a marchas lo primero que deben es, profundizar mucho más en el diálogo, escucharse con atención, acordar las cosas que más convengan al país, y entre todos armonizar por el bien de cada uno de los sectores en particular, pues haciendo esto, ganan ustedes, ganan los comunitarios y gana el país.