¿Cómo convirtió el Mossad a Teherán en un patio de recreo de los servicios de inteligencia?
Ante el pánico por la seguridad, Irán ejecutó a un espía en una campaña que reveló una amplia penetración del Mossad en el país. La inteligencia israelí, cuanta con apoyo regional y tecnología avanzada, sembró una red de agentes, provocando purgas generalizadas en la Guardia Revolucionaria
En un estado de pánico total por la seguridad entre el ‘establishment’ gobernante, Irán ejecutó ayer a un ciudadano condenado por espiar para el servicio de inteligencia israelí: el Mossad. Esta acción forma parte de una amplia campaña de detenciones de varios sospechosos en los últimos días, en medio de un aumento sin precedentes de la ansiedad en los servicios de seguridad iraníes, como consecuencia de las repetidas filtraciones de inteligencia atribuidas al Mossad, que condujeron a ataques de precisión dirigidos contra instalaciones nucleares y altos cargos militares iraníes
Informes procedentes de Irán han puesto de manifiesto que esta campaña no se limitó a detenciones y juicios, sino que se extendió a llamamientos oficiales para que el público en general denuncie a las autoridades a cualquiera que levante sospechas, incluidas las personas que lleven sombreros o gafas de sol incluso de noche, las que reciban con frecuencia paquetes a través de servicios de envío o las que tomen fotografías en los alrededores de zonas militares e industriales, un claro indicio del nivel de pánico que vive Irán.
Una sofisticada red de inteligencia: ¿Cómo tuvo éxito el Mossad donde otros fracasaron?
Las fuentes confirman que el Mossad israelí ha logrado durante más de una década construir una red de inteligencia profunda y eficaz dentro de Irán, ya que fue capaz de operar en condiciones de seguridad estrictas, aprovechando las lagunas internas de la estructura de seguridad iraní, y penetró en el corazón de las instituciones nucleares, militares y de inteligencia.
Entre las operaciones más destacadas que revelaron la fuerza de esta introducción se encuentra el reciente ataque a las instalaciones nucleares iraníes, que se llevó a cabo con la ayuda de agentes del Mossad dentro del país. También quedó patente en el asesinato del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh en 2020, que se llevó a cabo mediante un sistema de disparo automatizado, controlado a distancia y conectado por satélite, sin presencia directa de ningún elemento del Mossad en el lugar de los hechos.
En 2021, las centrifugadoras avanzadas de la instalación nuclear de Natanz fueron inutilizadas después de que el Mossad colocara explosivos con antelación y los detonara a distancia, en otra maniobra que demostró lo avanzada que es la tecnología utilizada por el aparato de inteligencia israelí.
Apoyo regional: debilitar a Irán desde dentro
Sin embargo, el Mossad no sólo contó con agentes dentro de Irán, sino que también utilizó una red regional e internacional que le proporcionó apoyo logístico y datos de inteligencia. Los informes indican que el Mossad colabora estrechamente con las milicias kurdas del norte de Irak y con grupos insurgentes baluchíes en la frontera con Pakistán, donde se utilizan rutas de contrabando para introducir material logístico y transferir información sensible.
También se cree que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Azerbaiyán proporcionan centros de operaciones e infraestructuras para algunas operaciones del Mossad, mientras que las redes de la oposición iraní en el extranjero desempeñan un papel fundamental en el reclutamiento de agentes y la recopilación de información.
Una estrategia triple: reclutamiento, tecnología y guerra psicológica
Reclutamiento humano: Penetración desde dentro
A nivel humano, se reclutó a individuos de minorías étnicas como kurdos y baluchíes, que se sienten marginados dentro del régimen iraní. El Mossad fue capaz de penetrar en los propios servicios de inteligencia iraníes, y en la Guardia Revolucionaria, reclutando informadores internos.
Desarrollo tecnológico: Guerra sin factor humano
En el frente tecnológico, el Mossad utilizó drones, inteligencia artificial, robótica y ciberataques como el virus Stuxnet, que interrumpió el programa de enriquecimiento de uranio de Irán, lo que permitió a Israel alcanzar sus objetivos sin necesidad de una presencia humana permanente dentro de Irán.
Guerra psicológica: Sembrar el miedo y la duda dentro del régimen
Por último, una de las armas más importantes del Mossad es la guerra psicológica. Las continuas incursiones han creado un estado de obsesión y sospecha general en las altas esferas del Gobierno, lo que ha provocado tensiones en el seno de la Guardia Revolucionaria, así como un aumento de la represión interna, detenciones arbitrarias y una vigilancia más estricta de los ciudadanos.
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Una respuesta integral iraní: de las instrucciones generales a la reestructuración
Los efectos del Mossad no se limitaron al aspecto físico, sino que se extendieron a laestructura psicológica del Estado iraní. Los medios de comunicación oficiales revelaron que se han dado instrucciones oficiales a los ciudadanos sobre cómo detectar a los «colaboradores del enemigo», lo que incluye vigilar a las personas que conducen camionetas, llevan bolsas grandes o se mueven discretamente por instalaciones sensibles.
Mientras tanto, se han intensificado las operaciones de vigilancia nocturna en zonas vitales con la participación de las fuerzas Basij, el ala paramilitar del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), en un claro indicio del creciente temor a que agentes israelíes se muevan libremente por el interior de Irán.
El lunes, en un discurso grabado en vídeo, el jefe de la Policía iraní, Ahmad Reza Radan, hizo un llamamiento a los que calificó de «traidores» para que se entregaran, sugiriendo que quienes se dieran cuenta de que habían sido «explotados por el enemigo» podrían ser tratados con más indulgencia e incluso «honrados», mientras que recibirían «una dura lección» si eran capturados.
Divididos en casa: ¿Cómo influyó el Mossad en la composición de la Guardia Revolucionaria?
A nivel organizativo, el impacto ha sido más profundo de lo que parece. La Guardia Revolucionaria (IRGC) ha sufrido amplias purgas y reestructuraciones, que en algunos casos han debilitado su cohesión interna más que cualquier amenaza externa.
Al parecer, el prestigio de los servicios de inteligencia y contrainteligencia iraníes ha disminuido, como consecuencia de su incapacidad para detectar o impedir a los agentes del Mossad. Las divisiones internas y las acusaciones han comenzado a asolar los servicios de seguridad, mientras Irán trata de formular una nueva estrategia para contrarrestar lo que los funcionarios han descrito como «guerra abierta de inteligencia».
Fuente: Euronews
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