
Por Alexander Olivence

(Este artículo de opinión y su contenido es de exclusiva responsabilidad del autor)
En los últimos días, ha surgido un intenso debate en torno a la figura de José Sánchez, reconocido dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Algunos críticos sostienen que su lealtad al partido se ha visto empañada por su apoyo incondicional al actual alcalde de Santo Domingo Este (SDE), Manuel Jiménez, a quien consideran el peor alcalde en la historia de esa demarcación. Estas acusaciones plantean interrogantes sobre las verdaderas motivaciones de Sánchez y su compromiso con los intereses del partido y la ciudadanía.
El respaldo público de José Sánchez a Manuel Jiménez ha generado desconcierto y malestar dentro del PRM, así como entre los habitantes de Santo Domingo Este. Numerosos ciudadanos han expresado su frustración ante la gestión deficiente y polémica del actual alcalde, señalando la falta de transparencia, la ausencia de obras significativas y la falta de atención a las necesidades de la comunidad.
En este contexto, resulta legítimo cuestionar las razones detrás del respaldo inquebrantable de Sánchez a Jiménez. ¿Es una muestra de lealtad partidaria o existen intereses personales involucrados? Algunos críticos argumentan que Sánchez ha priorizado su propia agenda y beneficio personal en lugar de defender los intereses de la ciudadanía y del PRM.
Además, se ha puesto en duda la integridad de Sánchez al respaldar a un alcalde cuya gestión ha sido ampliamente cuestionada. El incumplimiento de promesas electorales, la ineficiente administración de recursos y las acciones controvertidas de Jiménez han generado un descontento generalizado en la población de Santo Domingo Este. Bajo estas circunstancias, algunos consideran que el respaldo de Sánchez a Jiménez socava la credibilidad del PRM y debilita la confianza de la ciudadanía en el partido.
El caso de José Sánchez y su apoyo a Manuel Jiménez plantea un dilema ético y político que no debe pasarse por alto. La ciudadanía espera que los líderes políticos actúen en beneficio del país y de las comunidades que representan, priorizando el bienestar colectivo por encima de los intereses personales. Si bien es importante tener en cuenta todas las perspectivas y escuchar las explicaciones de los involucrados, es fundamental que se realice una evaluación objetiva de las acciones de los líderes y se promueva la rendición de cuentas en beneficio de una democracia transparente y participativa.
Digiero diametralmente de ésta publicación, ya que falta totalmente a la verdad. SDE tiene un lujo de Alcalde.
Los que al igual que quién escribe éste artículo responden a los intereses de las mafias de la basura.
Manuel Jiménez ha sido el único alcalde que ha interpretado y ejecutado los planteamientos del Dr. Peña Gómez.