Más de 250 personas han muerto en los tres días más duros de combates desde 2020
Las fuerzas rebeldes de Hayat Tahrir as-Shams (HTS) (Organización para la Liberación del Levante, en su traducción al español) avanzan en su ofensiva sorpresa sobre el ejército sirio y ayer consiguieron entrar en la ciudad de Alepo, la segunda más poblada de Siria, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Los combatientes “entraron en las cercanías de los barrios de Al Hamdaniya y Nuevo Alepo después de llevar a cabo dos atentados suicidas con coches bomba”, indicó la oenegé. Detalló que los choques entre el grupo yihadista y las fuerzas del gobierno de Bashar al Asad han provocado en los últimos tres días más de 255 muertos, en su mayoría combatientes de ambos bandos.
Durante esta última oleada de ataques, sus milicianos han tomado el control de al menos 50 poblaciones de la provincia de Idlib y cortar la principal carretera entre Alepo y Damasco. Sin embargo, un responsable de seguridad del régimen sirio indicó que su ejército “envió refuerzos” a la ciudad asediada y aseguró que los atacantes “no lograron llegar a los límites de la ciudad”. En ese sentido, el ejército afirmó haber repelido la “gran ofensiva de los grupos terroristas” y recuperado varias posiciones.
El ejército afirmó haber repelido la “gran ofensiva de los grupos terroristas” y recuperado varias posiciones
”Por primera vez en casi cinco años, escuchamos cohetes y obuses de artillería todo el tiempo, y a veces los aviones“, dijo Sarmad, un hombre de 51 años a la agencia France Presse. Los ciudadano de Alepo, una de las poblaciones más castigadas por la aviación rusa durante la guerra civil, temen “que el escenario de la guerra se repita, y tengamos que huir de nuestras casas”, agregó el vecino de la localidad.
Según HTS, la campaña actual es una respuesta a los repetidos ataques aéreos rusos y sirios en las últimas semanas, que han golpeado a civiles en áreas bajo su control en el sur de Idlib. Además, argumentan que se trata de un ataque preventivo ante una posible incursión del ejército sirio, que recientemente ha concentrado tropas cerca de las líneas del frente rebelde.
La Organización para la Liberación del Levante es una escisión de An-Nusra, la rama siria de Al Qaeda, que opera en el noroeste del país y que cuenta con el apoyo militar de Turquía, quien mantiene tropas en las fronteras del país. Su formación se remonta al inicio de la guerra civil siria, en el 2011, y ha sido una fuerza opositora al gobierno a lo largo de todo conflicto.
El grupo es una escisión de An-Nusra, la rama siria de Al Qaeda, que cuenta con el apoyo militar de Turquía
En mayo del 2018, el grupo fue incluido en la lista de organizaciones terroristas extranjeras del Departamento de Estado estadounidense. Hoy en día, la HTS “es considerada una organización terrorista siria relativamente localizada, que mantiene una ideología salafista y yihadista, a pesar de haberse distanciado públicamente de Al Qaeda en el 2017”, explica el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
La actual ofensiva no tiene precedentes desde marzo del 2020, cuando Rusia, aliada del régimen sirio, y Turquía, que apoya a los rebeldes, lograron un alto el fuego que puso fin a un conflicto que desplazó a millones de sirios opositores al presidente Bashar al Asad.
Alineado con el discurso de HTS, Ankara pidió el viernes poner “fin de los ataques” sobre la ciudad de Idlib y su región. “Hemos solicitado que cesen los ataques. Los recientes enfrentamientos han generado una escalada indeseable de las tensiones en la región fronteriza”, indicó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores turco en un mensaje en X.
Fuente LA VANGUARDIA